Aterricen de una vez

Ayer tuvo lugar la última reunión del Consejo Escolar Municipal. Como todo el mundo no tiene porqué saberlo, de la misma forman parte los representantes de las AMPAS (asociaciones de madres y padres de alumnos), los directores y otros profesores de todos los centros de enseñanza públicos y concertados de Ibi, así como diferentes miembros de los grupos políticos que conforman la corporación. Los de la oposición tenemos voz pero no voto. También forman parte técnicos del área de educación y lógicamente, la propia concejala de Educación.

Este organismo, que se reune con frecuencia trimestral, debate todos los aspectos que afectan a un tema tan crucial como es la educación de nuestros hijos y todo lo que le rodea. Estado de las instalaciones, reformas de los centros, necesidades, programa de actividades escolares y extraescolares, transporte escolar, escuelas deportivas, etcétera. El consejo transcurrió con relativa normalidad, hasta llegar al punto en el que se trataba de "la cesión de las instalaciones educativas a distintos colectivos", y donde se planteó -una vez más- el problema de ceder las instalaciones educativas que son propiedad municipal, en horarios no lectivos y ante la reiterada ausencia de conserje para cubrir esas horas. El problema es relativamente sencillo. Mientras se realizan en los centros las actividades conocidas como escuelas deportivas en sus distintas variantes (pequedeporte, mini deporte, etcétera...) o cuando colectivos diferentes (asociaciones culturales, asociaciones de educación no formal, voluntariado) quieren realizar actividades en los colegios de nuestro pueblo, no hay un conserje responsable de abrir y cerrar las instalaciones, encender y apagar la alarma, custodiar el centro, llamar a una ambulancia(toquemos madera) en el caso de ser necesario para que el monitor respectivo no se deje a un grupo de quince o veinte niños sólo si otro se accidenta.

Esto, que parece tan obvio, tan de lógica, tan de sentido común, no está cubierto en Ibi por una cuestión básicamente económica. Sufragar las horas extraordinarias de conserje durante todo el curso es algo que, el Ayuntamiento, no puede y no está dispuesto asumir hasta hoy. Un servidor planteó, que con toda la lógica del mundo, si cualquier ciudadano adulto acude al polideportivo, al centro social polivalente o al centro cultural de la villa, tiene que tener las instalaciones abiertas, custodiadas y vigiladas por unos empleados municipales. Nadie en su sano juicio se plantea lo contrario. Pues bien, esa máxima lógica se rompe cuando de niños se trata, cuando el cuidado debería extremarse aún más si cabe tratándose de menores. Y ya no se trata solamente de cuestiones de seguridad de los propios niños, sino de la integridad de las instalaciones y equipos de los centros educativos, que funcionan durante todo el año, prestan un servicio esencial y que no pueden estar al pairo de hipotéticos gamberrismos o acciones poco cívicas por no haber vigilancia.

Luego, una madre, también con toda lógica, preguntó qué pasa con el autobús, que por ejemplo, los usuarios del Sanchís Banús, situado a un extremo de la población, precisan como un servicio básico. La respuesta es ya conocida. El "nuevo" que nos costó 24.000 euros no duró ni dos semanas y se va a devolver y pedir que nos devuelvan el dinero (qué risa María Luisa) y el viejo se está reparando y " están en ello". Es decir, servicios básicos, educación, mantenimiento de centros, transporte público, transporte escolar (o la ausencia del mismo). Esto es lo que preocupa al ciudadano. Mientras tanto, el gobierno municipal, que siga trayendo al pleno debates sobre las pensiones y sobre problemas que deben de resolver otras administraciones, y que nos sigan contando que Ibi va sobre ruedas. Esta es la cruda realidad, no hay dinero ni para conserjes ni para tener un autobús municipal en las mínimas condiciones porque este gobierno no ha sabido administrar, se ha gastado el dinero en la búsqueda del voto fácil, en promocionar y subvencionar viajecitos fuera de Ibi constantemente, o en llevarse a la alcaldesa a esquiar con el coche oficial. Los problemas que preocupan a los padres, a la comunidad educativa, a la gente normal que espera de un gobierno municipal que resuelva y gestione con presteza las cuestiones básicas del día a día, no preocupan al parecer demasiado a sus gobernantes o al menos no se muestran capaces de resolverlas.

Por cierto. Para poner la guinda, el representante de los padres y madres del colegio DERRAMADOR, nos comunicó que mañana jueves paralizarán las obras de reforma de este centro, que llevan demandando más de cuatro años, debido a los inmensos charcos de más de un palmo de agua que tienen y que impiden dos meses al año el uso del patio a los niños del mismo. Según dicen, son unas obras que además de llegar tarde, llegan mal y sin informar a nadie, ni Ayuntamiento, ni padres, ni profesores en qué consisten. Que son sensiblemente inferiores a lo presupuestado y que no van a arreglar el problema. Y eso en un centro inaugurado en 2003. Bienvenidos a Ibi y al paraiso de Mayte Parra y sus coleguis.