Vestir un santo...

Hemos tenido conocimiento en recientes fechas, de como los presidentes de dos históricos clubes de Ibi, el Rayo Ibense y el Teixereta de Baloncesto, se quejaban amargamente del atraso en el cobro de las subvenciones que deberían de percibir desde el Ayuntamiento. En ambos casos las cantidades rondaban los 5000 euros y corresponden a la temporada 2009-2010.

Las directivas de estos clubes, como otras tantas de Ibi, mueven cielo y tierra para organizar y cuadrar las cuentas, los horarios de entrenamiento, para compatibilizar actividad deportiva con activivad formativa. No olvidemos que en estos casos hablamos de deporte de base, que se trabaja desde edades infantiles y que por tanto, abarca el periodo en que los niños, niñas, preadolescentes, adolescentes y jóvenes están formando su personalidad y que por tanto, además de fomentar la práctica del deporte, estas entidades contribuyen a la formación y educación de personas sanas. O lo que es lo mismo, que este debería de ser uno de los objetivos PRIORITARIOS a incentivar y apoyar desde cualquier ayuntamiento, mucho más de lo que se viene haciendo.

El Ayuntamiento de Ibi viene manejando en los últimos cinco años presupuestos que sobrepasan de largo los 20 millones de euros. En vísperas de las anteriores elecciones se prometió a diversas entidades deportivas de nuestra localidad "el oro y el moro". Asistimos a toda una serie de gastos que, rodeando a actividades deportivas, poco o nada tenían que ver con el deporte y era dinero que se "quemaba" en pocas horas y que no suponía invertir en el deporte a medio y largo plazo. Posteriormente hemos vivido una legislatura con el polideportivo cerrado o parcialmente inutilizado. Y sin embargo, ahora, qué casualidad, cuando faltan pocos meses para elecciones, se destina todo el dinero del segundo "Plan E" procedente del gobierno central a remodelar el polideportivo, dejando completamente de lado una instalación como es el Estadio Climent.

Observamos también como nos dicen que se hará la pista de atletismo del Alamí, de la cual el Ayuntamiento tiene que asumir un 34% del coste de un total de 1.300.000 euros, mientras que diversos clubes no cobran subvenciones de varios miles de euros. Y por último, se nos dice que dentro de esa pista de atletismo irá un campo de fútbol nuevo, mientras se dejan morir, literalmente, las instalaciones del Estadio Climent enclavadas entre dos barrios (Dulzura y Ciudad Deportiva), que disponían de campo de fútbol, vestuario y piscinas, para apostar por la gran operación especulativo-urbanística del Alamí, ya que no podían recepcionar 350.000 m2 de solares urbanizados sin nada dentro más que aire y sin la perspectiva de que se construya una sóla casa en años. Se abandona una zona deportiva en una zona urbana consolidada donde viven casi diez mil personas, para poner una nueva en un extremo de la población donde no vive aún nadie.

Es la historia de siempre y el axioma que el actual equipo de gobierno cumple a rajatabla, porque les funciona de maravilla: INAUGURAR VENDE MÁS QUE MANTENER INSTALACIONES. Y si lo hacen, es porque los resultados electorales les demostraron que así es. Luego serán los padres de los deportistas que no reciben las subvenciones a tiempo, o que entrenan en instalaciones que no reúnen las más mínimas condiciones de salubridad, los que tendrán que reflexionar sobre qué queremos. Porque, lo que muchos ciudadanos no saben, es que cuando la pista de atletismo y el campo de fútbol estén terminados, no habrá dinero ni siquiera para que un conserje o funcionario del Ayuntamiento abra las instalaciones, como sucede ahora con el Estadio Climent o el Estadio Vilaplana Mariel. Que cada cual saque sus conclusiones.