Última entrevista en Radio Ibi correspondiente al 10 de ABRIL del año 2015

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viernes, 29 de junio de 2012

Gente que lo pasa muy mal..


Ayer a las 20 horas se reunía, después de mucho tiempo sin hacerlo, el consejo de bienestar social. Más de veinticinco asociaciones representadas y, entre ellas, todas las que trabajan en primera línea ayudando y tratando de facilitar las cosas a aquellas personas y familias de Ibi que atraviesan por dificultades económicas, que padecen enfermedades o que tienen a enfermos, ancianos o personas con discapacidad en sus casas.

Desde servicios sociales se expuso la memoria de actividades del año 2011 por parte de la concejala del área, Sara Díaz, que nos consta está volcada en cuerpo y alma con su área y está haciendo un serio esfuerzo por mejorar todos los aspectos del funcionamiento de una delegación que, especialmente en la actual coyuntura, es fundamental para nuestra población. Quienes tenemos la suerte de tener trabajo y de no precisar de la ayuda de los servicios sociales, no valoramos nunca suficientemente nuestra situación. Las carencias y la cantidad de familias que en Ibi están pasando necesidad por diferentes motivos es verdaderamente abrumadora. En la Comarca de l'Alcoia-Comtat, son 17.000 personas las que están en el umbral de la pobreza.

Pero siendo relevante todo lo anterior, en el breve turno de palabra de que hicimos uso (éramos muchos), me quedo con la única frase de la representante de Cáritas de la Parroquia de la Transfiguración del Señor, la incombustible Paqui Canales, que desde hace muchísimos años está en la trinchera viendo la cara y acostándose cada noche con los problemas de la gente que peor lo pasa. "En Cáritas de arriba, atendemos cada mes a 600 personas". Esto podría trasladarse en cifras similares a la parroquia de Santiago Apóstol. El dato nos golpea en la cara y nos despierta de nuestra tranquilidad de conciencia que cada día nos hace perder el tiempo en estupideces, en cosas nimias.

Cada mes son cientos las personas de toda índole y condición quienes acuden a buscar ayuda. Y cada día son decenas de voluntarios quienes dedican parte de su tiempo a la nunca bien valorada tarea de la solidaridad. Organizar el reparto de alimentos de primera necesidad, de ropa, de ayuda para medicamentos y de las cuestiones más básicas requiere organización, tiempo, logística y medios materiales y humanos. Pero sobre todo requiere llevarte cada noche en tu conciencia las caras y los problemas de mucha gente. Otros trabajan con dependientes, con enfermos mentales, con discapacitados, con personas con otras enfermedades. Esa carga la soportan unas pocas personas que, en ocasiones, encima reciben críticas. Esas personas dignifican el pueblo y la sociedad en que vivimos y, a todas ellas les debemos de estar agradecidos y procurar hacer su tarea más fácil. Quizás convenga reflexionar. Vivimos tiempos difíciles y en demasiadas ocasiones nos preocupamos de cosas que, a la vista está, son absolutamente secundarias.

3 comentarios:

  1. Tu entrada de hoy se comenta por sí sola. Es totalmente cierto. Vamos por libre y hay determinadas personas, cada vez más por fortuna, que nos permiten seguir instalados en nuestra comodidad inconscientemente egoista. Gracias a todas ellas.
    A.

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  2. En épocas de crisis profunda como la actual, deberíamos unirnos más, deberíamos volver más a lo auténtico y lo esencial. Pero olvidamos rápido, demasiado rápido
    Carmen

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  3. Quizás este tipo de entradas generan menos comentarios, menos morbo. Pero son necesarias. Hay cosas que por sabidas no se dicen, y de no decirlas al final se acaban olvidando. Y conviene no olvidar que hay mucha gente buena que da su tiempo y parte de su vida por ayudar a los demás. Y conviene no olvidar que hay mucha gente a nuestro alrededor que lo pasa mal y que está mucho peor. Porque el día que lo olvidemos, dejaremos de ser personas. Gracias por esta entrada
    E. G.

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