LA BOTICA DEL TÍO PACO

Ayer a media mañana estallaba (como diría José María García) la bomba informativa.

El juez Pedreira ve indicios de tres delitos graves en la cúpula del Gobierno de Camps y remite al Tribunal de Valencia la causa por financiación ilegal, delito electoral y cohecho propio.

A lo largo del día de ayer se fueron produciendo, lógicamente, diferentes reacciones en todos los medios de comunicación. Algunos, ya adelantan que desde dentro del propio PP ven insostenible la situación, ya que la gravedad de las acusaciones es manifiesta. Sin embargo, el propio president sigue insistiendo en que esto es una trama judeomasónica orquestada por zapatero y su banda, que no pararán hasta cargárselo. De todas las cosas que dijo hubo dos que me llaman especialmente la atención y extracto literalmente: "mi gobierno adjudica y gestiona más de 16.000 millones de euros y en este caso, se está hablando de 80 contratos en seis años y de una pretendida financiación irregular del PPCV, -del que dijo que lidera la Comunidad y la "inmensa mayoría" de los municipios valencianos-, que se ha "demostrado, sindicada y fiscalizada, que no es así".

Pues bueno, señor Camps, si la inmensa mayoría de los municipios valencianos se gestiona por su partido, y gestionan como en Ibi, váyase echando a temblar. En Ibi, una gran cantidad de adjudicaciones de obras se ha llevado a cabo desde que el Migue y su colegui gobiernan por estos pagos, A DEDO, SIN CONTRATO, SIN PUBLICIDAD Y SIN VERGÜENZA. Que además, dichas adjudicaciones "digitales", suman cientos de miles de euros. Que además algunas de ellas, se han hecho a familiares directos del Migue, a militantes y a cargos orgánicos del partido en Ibi. Así que, si en la mayoría de los ayuntamientos que dice dirigen en la comunidad valenciana, las prácticas han sido las mismas, apañados vamos nosotros y usted, señor Camps.

Con el éxito que está teniendo en canal 9 el culebrón de "L'alquería blanca", podrían iniciar aquí uno nuevo que sustituya a aquella legendaria serie de Antonio Mercero "Farmacia de Guardia", y titularlo "la botica del tío Paco", por las extrañas vinculaciones con la farmacia de la esposa del molt honorable. O "los trajes de Juan sin Miedo", donde el bigotes llevaba el metro, Correa las tijeras y otros las cuentas. La frontera entre la falta de dignidad y el ridículo más espantoso está ya más que sobrepasada en esta historia. Por cierto, en cualquiera de esos dos culebrones, podría tener de palmera (dícese de la que hace palmas más fuerte que nadie, no confundir con el árbol de origen tropical) a su más fiel seguidora, la colegui del Migue que tanto le debe y que, tiene toda la pinta de ligar su destino al de su presidente.

Como valenciano, como ibense y como ciudadano, no entiendo el empecinamiento en "sostenella y no enmendalla" que diría el viejo aforismo castellano. Primero era un ratito corto. Luego estaba muy feliz. Al día siguiente era Juan sin Miedo. Ahora ya son temas muy graves. Si el código ético del señor Rajoy no lo han colgado en el rollo de papel higiénico de la sede de Génova 13, usted no puede permanecer ni un minuto más como presidente de todos los valencianos. Y en ibi, sus palmeros y palmeras que vayan tomando nota.