Ayer hubo pleno...

Ayer hubo pleno y, aunque parezca mentira, nadie, absolutamente nadie, pidió disculpas por nada, ni reconoció el más mínimo error, ni asumió la más mínima crítica. Ayer hubo pleno, y una vez más la inteligencia política brilló por su ausencia, y primó la mediocridad, la mala educación y la autocomplacencia (con la excepción, una vez más, de la concejala Rosa Ibáñez). Ayer hubo pleno y, se volvieron a escuchar infinidad de barbaridades, a justificar el despilfarro de dinero público, a no dar explicaciones por lo mal hecho y, lo que es peor, a prometer que lo volverán a hacer, porque en las últimas elecciones lo hicieron y, les salió de narices.

Pudimos debatir una moción conjunta de la oposición para que, además de poder dar explicaciones por lo sucedido en la Pilen, proponer medidas inmediatas. ¿De qué vais, mierdecillas de la oposición?, debió de pensar la colegui del Migue, la jefa del cotarro. La alcaldesa se siente orgullosa de lo que allí se hizo y no asume errores, ni críticas ni nada. Había que dar sedes para quedar bien con un montón de gente y captar cientos de votos de cara elecciones y lo hizo. Ahora se desvela que aquello se hizo deprisa y corriendo, sin proyecto, sin pruebas de carga, sin cumplir normativa de edificios de pública concurrencia y ¿Qué pasa? pues se tira todo y ya está, y además lo "pienso volver a inaugurar y además dando más sedes" para captar más votos, que es de lo que se trata. Hacer las cosas bien es otro cantar. Y eso sí, de disculparse, ni mú, que estos "cabritos" de la oposición lo que quieren es tocar las narices para estar donde "yo estoy", por que yo lo valgo.

Cada cual, que tome nota. Como oposición, y este modesto portavoz con un único concejal con representación hizo lo que creyó que debía, junto con el resto de grupos con representación. Ahora, cada socio de cada asociación que va a padecer el desalojo y la barbaridad de ver derribado todo el esfuerzo, todo el trabajo y todo el dinero invertido en cada una de sus sedes, es libre de sacar sus conclusiones, de quejarse mucho o poco, de tomar medidas drásticas, o de poner buena cara cuando pocas semanas o meses antes de las elecciones, después de haber derribado todo lo que se había hecho con tanto esfuerzo, les den otra sede reinaugurada, que el dinero público "sobra", lo que falta es el sentido común.

Ayer hubo pleno y, una vez más salí decepcionado y hastiado. Pero prometo no tirar la toalla. Como dijo alguien más sabio que yo, aunque me dijeran que mañana se acaba el mundo, hoy plantaría un árbol.