Cruz Roja y la concejalía de Medio Ambiente acuerdan emprender acciones
conjuntas para la conservación del entorno
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La concejala de Medio Ambiente, Blanca Navarro, y Cruz Roja han acordado
colaborar en diferentes acciones destinadas a conservar el entorno natural
del m...
sábado, 1 de febrero de 2014
Una de cine...(El lobo de Wall Street)
Tráiler de "El lobo de Wall Street"
Cuando se acercan los óscar, si durante el año no he podido ver las principales películas nominadas, procuro encontrar hueco para ver si no todas, algunas de ellas. El pasado fin de semana aproveché para ver la última obra de Martin Scorsese, uno de los directores más brillantes que ha dejado auténticas obras maestras como Taxi Driver o Toro Salvaje. Aunque "Gangs of New York" me decepcionó bastante, al final quien tuvo retuvo y ahora se ha despachado con un auténtico bombazo.
He visto prácticamente las películas más conocidas relativas al mundo de la bolsa y a sus variados y repetidos cracks. Desde la sublime "Wall Street" (para mí, el mejor papel nunca representado por Michael Douglas), su segunda parte "El dinero nunca duerme" (ambas dirigidas por Ridley Scott), o la más reciente y menos ruidosa pero no menos brillante, Margin Call. Scorsese retoma el tema cogiendo un poco de aquí y un poco de allá (no en vano, Wall Street parece haber tomado también referencias del personaje real que inspira este film, Jordan Belfort) y nos deja una delirante obra que trata de reflejar la vorágine en la que viven, nadan y se mueven los tiburones de Wall Street. Algunos pensarán que exagera y lleva a lo histriónico al personaje y a lo que le rodea. Me da la sensación sin embargo de que la realidad supera a la ficción.
Hay que ponerse en el contexto de una cultura como la norteamericana, donde el culto al éxito y al dinero, pero a tener mucho, muchísimo dinero, es enseñanza básica en alguna de sus mejores universidades, y ejemplo constante para decenas de miles de jóvenes cuya aspiración básica en la vida, por encima de todo, es forrarse. Y hay que retroceder a mediados de los 80, donde aún la sociedad era algo incauta y no había tantos controles ni estaban tan escarmentados. Aunque como estamos viviendo, la historia se repite. Por más controles que allá, la avaricia termina rompiendo el saco.
La película no da respiro desde el primer minuto. Contada en primera persona por el propio Belfort (encarnado magistralmente por Leonardo di Caprio), con rápidos movimientos de cámara y magistralmente dirigida por Scorsese, relata el vertiginoso ascenso del personaje de un broker de la bolsa neoyorkina, desde sus inicios (aún tenía algo de principios y moral), hasta que consigue crear su propia empresa y ganar cantidades desmesuradas de dinero con veintipocos años. El descenso a los infiernos se atisba desde el principio. Mientras tanto, asistimos a todas las aficiones que puede procurarse un veinteañero con don de gentes, mucha labia ningún escrúpulo y mucho, muchísimo dinero.
Si eres alguien con muchos prejuicios o que se siente incómodo con escenas de orgías, drogas por un tubo y vicio colectivo, mejor escoge otra sala. Así y todo, no hay nada fuera de contexto. La historia sólo puede contarse así para reflejar el nivel de desfase que se vivía en esos ambientes. Hay un magnifico documental - INSIDE JOB - que se hizo tras la penúltima crisis de la economía norteamericana, con la explosión de las "subprime" o bonos basura, en la que se refleja perfectamente tras las investigaciones a los mayores responsables de todo ese crash un patrón común en la mayoría de ellos: adicción a la prostitución de lujo, a las drogas, los coches de lujo, las mansiones y los aviones privados. Todo eso se cuenta magistralmente en esta película que sólo decae un poco al final. Y que a pesar de durar casi tres horas, no se hace larga en absoluto. Como siempre digo, no soy un crítico de cine. Es la opinión de un simple aficionado por si os sirve de algo. Buen fin de semana
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