Ahora sí se puede...

No ha hecho falta más que un concejal haya renunciado a sus delegaciones y haya pedido la dimisión de la alcaldesa, para que algunos/as hayan sentido una punzada en el trasero para ponerse frenéticamente a buscar en el cajón de asuntos olvidados. Mejor dicho, olvidados hasta elecciones, que eran las órdenes estrictas y directas de la alcaldesa.

Es decir, que mientras la presidenta de la corporación ha sentido que gobernaba prácticamente como si tuviera mayoría absoluta, reabrir el museo del juguete, reformar el colegio Sanchís Banús, reivindicar (de verdad, no de boquilla)la ambulancia 24 horas para Ibi y todo un sinfín de cuestiones pendientes y urgentes para Ibi a lo largo de toda la legislatura, no eran temas prioritarios. Todo seguía - y sigue - un plan perfectamente premeditado para mover un par de cosas antes de las elecciones europeas y el resto dejarlas todas paradas, a propósito y a conciencia, para cuando falten seis o siete meses para elecciones municipales, dar la sensación de poner el pueblo patas arriba y de frenética actividad.

La semana pasada, cuando desde el CDL volvían a insistir en que si Mayte no dimitía el PP se iría a la calle, la punzada del miedo acompañada del terror que algunos concejales vieron, por primera vez, a perder sus dedicaciones e irse a la oposición, todo iba en cascada. Ahora la reforma del Sanchís Banús iba a ponerse en marcha de inmediato (tercera promesa de reforma en diez años, la última, antes de elecciones de 2011). Ahora verán como el tema de la ambulancia se soluciona de inmediato, o nos lo arregla consellería (cosa prácticamente imposible) o hacemos una modificación presupuestaria. Ahora, verán como hasta el museo del Juguete, que lleva cuatro años durmiendo el sueño de los justos y toda esta legislatura cerrado con carteles en el desvío que anuncian un museo cerrado, se reactiva por arte de birli-birloque.

La mascarada es tan fatua y tan descarada, tan insultante para la inteligencia del ciudadano medio, que si antes se merecían la moción de censura, ahora es de obligado cumplimiento, por hacer las cosas tan descaradamente a propósito. Cuando el pasado viernes escuchaba a la portavoz del PP, Amparo Pina, a quien envía la alcaldesa a los pies de los caballos a dar la cara como el rostro y la voz amable y educada del PP, no podía por menos que sonreírme. ¿De verdad piensa mi compañera responsable del área de urbanismo que Ibi merece que todos vayamos a una, los cinco partidos? ¿Pero eso lo piensa ahora, o los cientos de veces en que en esta legislatura no ha sido capaz ni de consensuar el día, la hora y el funcionamiento de los plenos? ¿Eso lo piensa ahora o el día en que ella misma junto con el secretario municipal votaron a favor de adjudicar la contrata millonaria de la limpieza y recogida viaria con un pliego y un proceso plagado de despropósitos y a pesar de las advertencias de todos los grupos de la oposición? ¿Eso o piensa ahora, o cuando fuera de comisión y pleno te manifiestan el pleno desacuerdo con muchísimas decisiones y formas de actuar de la alcaldesa y luego vuelven a respaldarla votación tras votación levantando la mano?

Aquí ya somos mayorcitos, señora Pina. Por cierto, debería usted conocer y estudiar la historia del partido por el que ha decidido ir en las listas. En 1995, un tal Eduardo Zaplana, entonces en la oposición del ayuntamiento de Benidorm, inició el asalto al poder de la ciudad con el cuarto presupuesto más alto de la Comunidad Valenciana, vía la tránsfuga del partido socialista Maruja Sánchez. El PP no se puso entonces ni colorado. La tal Maruja Sánchez y sus allegados (principalmente el esposo de esta), han vivido desde entonces siendo cargos o carguetes de confianza del Partido Popular (todo tiene un precio) y, a la postre, quien inició el despegue del PP en la comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, accedió poco después a la presidencia de la Generalitat montado en el caballo de aquella moción de censura. A dicha moción le han seguido promovidas por el PP más de cuarenta desde entonces, muchas de ellas apoyándose en tránsfugas o en vividores de la política de todo pelaje y condición. Así que un poquito más de estudiar historia. El día que en público y con su voto mantenga lo que nos dice a la oposición en privado, me creeré que usted quiere que los cinco partidos sumemos por Ibi. Mientras tanto, pues eso, que ya somos mayorcitos