Cruz Roja y la concejalía de Medio Ambiente acuerdan emprender acciones
conjuntas para la conservación del entorno
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La concejala de Medio Ambiente, Blanca Navarro, y Cruz Roja han acordado
colaborar en diferentes acciones destinadas a conservar el entorno natural
del m...
martes, 2 de febrero de 2010
INVICTUS (Mucho más que cine)
El pasado viernes se estrenó en España la última película dirigida por Clint Eastwood, "Invictus", que versa sobre el líder Surafricano, Nelson Mandela, centrándose en los hechos posteriores a su toma de posesión como presidente y el inminente acontecimiento que iba a tener lugar en su país un año después. La fase final del campeonato del mundo de Rugby.
La película está íntegramente basada en hechos reales. Es decir, cuando uno entra a la sala, sabe exactamente cómo va a terminar la historia, aunque por si alguno lo desconoce, no le destriparé el final. Está dirigida con la sobriedad y el buen hacer que caracterizan al director y que está presente en la ya larga cadena de éxitos que le han precedido: Sin Perdón, Mystic River, Million Dollar Baby, Grand Torino, y esta última. Es decir, es un cine que se ve con sosiego, pero que resulta inquietante. Que no tiene efectos especiales, pero que cuenta historias especiales y, como en el caso de esta última, Invictus, trascendentes.
Para la gente de mi generación, que cuando teníamos veinte o veintiún años vivimos la liberación de Mandela y que en los años precedentes habíamos vivido también el bloqueo que se hizo por todo el mundo civilizado al país más rico de África, precisamente por un régimen tan brutal como el apartheid, nos puede resultar más sencillo entender el film. Para los más jóvenes, sería conveniente que acudieran a informarse un poco para ponerse en antecedentes. Porque aunque parezca mentira, hasta el año 1991 prácticamente, en términos históricos, ayer mismo, en Suráfrica existía un régimen racista y excluyente llamado "Apartheid", impuesto en 1948 por los descendientes de los pobladores procedentes fundamentalmente de Holanda, Alemania, Bélgica y el Reino Unido. Quienes como en toda África colonizaron este extremo del continente, explotaron sus riquezas y, aunque efectivamente gestionaron e hicieron de este país uno de los más prósperos de África, fue a costa de la opresión y exclusión de los pobladores originarios de raza negra, y la explotación por una minoría blanca de los abundantes recursos naturales. Nelson Mandela, encarcelado desde 1973, después de 27 años (los primeros 21 en condiciones infrahumanas) se convirtió en símbolo de toda la población negra no sólo de suráfrica, sino de todo el mundo, y en verdadero icono de la lucha contra la libertad, la opresión y el racismo, para todo el mundo hasta su liberación, y también hoy en día.
Aún recuerdo los multitudinarios conciertos que a finales de los 80 se celebraron en varios lugares del mundo pidiendo la liberación de Mandela, que poco después, se convirtiría en el primer presidente electo de raza negra en su país, desterrando el rencor, la violencia y el revanchismo y procurando buscar la unión de toda una nación.
En este caso, como digo en mi entrada, Invictus es mucho más que cine. Cuenta una historia de épica, de racismo, de la dificultad de ejercer el poder, de la necesidad de hacer equipo. Del poder de la templanza, la sabiduría sobre el revanchismo y el recurso a la violencia fácil. Mandela vio una oportunidad única en el campeonato de rugby de 1996, para unificar un país donde las heridas de 47 años de opresión de una raza sobre otra estaban en carne viva y donde la comunidad negra, recién retomado el poder, clamaba venganza. "Coged todos esos machetes y tiradlos al río", bramaba Mandela en su discurso de investidura, en toda una declaración de intenciones. El Rugby era el deporte de los blancos. La camiseta verde con la cruz dorada de los "SpringBox", símbolo del equipo nacional de Rugby, eran iconos odiados por la población negra. Sin embargo, Mandela supo utilizarlos y reconducir todo ese rencor mútuo. Da igual que no os guste el rugby. La sala repleta del cine donde yo vi la película, guardó un silencio especial durante toda la proyección. Ese silencio que puede cortarse por la sensación de estar asistiendo a una historia trascendente, y viendo la grandeza de una leyenda que aún vive y de la que somos contemporáneos. François Pienaard, capitán de la selección surafricana de rugby y encarnado por el actor Matt Damon, no dejó de llorar durante toda la película cuando presenció el estreno. No sé si llorarán, pero saldrán con el convencimiento de que hay personas que tiran de este carro que es el mundo a base de entereza, valentía, bondad y coraje
Algunos pensarán que hoy hablo de cine y no de política. Si sabemos leer entre líneas, precisamente Mandela representa, por contraposición, lo contrario a la mediocridad, el revanchismo, y la cortedad de miras que observamos en actitudes diarias muy, muy cerca.
5 comentarios:
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Yo también la vi y pienso lo mismo. Salí con el corazón más libre. Aunque todos los personajes indudablemente tienen luces y sombras, lo de Mandela es fuera de serie. Y como dices, al final, los grandes hombres hacen grandes cosas. Los pequeños hombres, o mujeres, hacen pequeñas cosas. Los mediocres hacen mediocridades. Los que son pequeños y mediocres, ya sabemos lo que hacen..
ResponderEliminarA.
Recuerdo el trofeo 5 naciones que daban por la 2. Era un auténtico espectáculo. Y recuerdo al líder de los All Blacks, Jona Lomu, que era algo así como el Michael Jordan del rugby. Por cierto, Agüera acaba de decir en la radio otra sarta de mentiras, como contraposición a la historia de dignidad que nos cuentas en tu entrada de hoy
ResponderEliminarJordi
27 años en una celda inmunda, por reivindicar algo tan sencillo pero que ha costado tanto de conseguir: "un hombre, un voto".
ResponderEliminarY a la salida todo pragmatismo, nada de rencor, nada de violencia. Suráfrica sigue teniendo muchos problemas por resolver, pero Nelson Mandela pasará a la historia por la lección que dio a todo el mundo. Lamentablemente en Ibi, las lecciones que nos dan son de otra índole. Según Agüera, todo lo que la oposición hace es mentir. La valla de la alcaldesa es de hace quince años, y Ibi es otro desde que ellos gobiernan. En esto último estoy de acuerdo
J.R.
No me la perderé. Gracias por tus recomendaciones, y gracias por tu blog. Tenéis trabajo con este gobierno que estamos padeciendo en Ibi, pero dará sus frutos.
ResponderEliminarRubén
He escuchado frases de Nelson Mandela de las que hacen reflexionar. Mandela decía, por ejemplo, que la educación era el arma más poderosa que se podía usar para cambiar el mundo.
ResponderEliminarPero la que más me ha servido y que no olvidaré nunca es la siguiente reflexión: "Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo."