Hoy a las 19 horas se celebrará en el salón de plenos del Ayuntamiento de Ibi, el pleno ordinario correspondiente al mes de Enero. Seguramente muchos ciudadanos desconocerán que según la normativa municipal de áplicación (ROM) en relación con la Ley de Bases de régimen Local, en Ibi corresponde celebrarse un pleno al mes, preferentemente el primer lunes de cada mes. No obstante, en determinadas ocasiones se varía la fecha, como es el caso de hoy.
El hecho de que todos los meses, salvo excepciones, se celebre un pleno en el Ayuntamiento es algo que, por rutinario, parece no interesar ni mucho ni poco a los ciudadanos, sean de la ideología que sean. Al menos, existiendo la posibilidad de asistir libremente, puedo dar fe de que son escasísimas las personas que se atreven a acercarse a un hecho tan habitual y que, al menos cuando se votan algunos temas, debería interesar a más gente. De hecho, salvo casos en los que se votan temas polémicos o que afectan a algún colectivo importante de la población, suelen asistir a lo sumo una docena de personas. Sí es cierto, que durante los diez años que los plenos se han televisado a través de la emisora local, la audiencia se disparaba. De hecho, el comentario es habitual. " Os ví el otro día en el pleno, la verdad es que fue penoso", podría ser un comentario de los comunes. Supongo que los escasos 31 años de nuestra joven democracia, dan pábulo a esa clase de comentarios. Ver algún fragmento de los debates del parlamento británico, con más de doscientos años de historia, donde se dicen lo que toque y a escasos centímetros, nos haría darnos cuenta de que aquí aún se discute poco, pero eso sí, el nivel es plausiblemente mejorable.
A la mayoría de las personas les suele preocupar su día a día. Su trabajo, cómo pagar la hipoteca, la salud de sus hijos, la de su familia. A una minoría le suele interesar algo la política, pero a la mayoría más bien poco. Eso no quiere decir que no les preocupe lo que deciden los políticos, pero la mayoría suelen pensar que el ejercicio del derecho al voto cada cuatro años es suficiente y que ver cómo nos despellejamos, porque eso es lo que piensa la mayoría, no les atrae demasiado. Lo cierto es que la política, a nivel local, no es más que un reflejo de la cotidianeidad y que, si me apuran, se discute menos en un salón de plenos que lo que se suele hacer en una reunión de la comunidad de vecinos, de la comparsa o no digamos, de un consejo de administración de una empresa. Con una notable diferencia, eso sí, nuestras discusiones son públicas (hasta que se dejaron de televisar los plenos)
Los políticos de los partidos mayoritarios son plenamente conscientes de todo lo anterior, por eso suelen volcar todos sus esfuerzos en los meses previos a la campaña electoral. Saben que la memoria es corta y que el ciudadano al final decidirá su voto en función de pequeños detalles, pero que para él, con toda legitimidad, son importantes. Toda esta filosofía, me permito hacerla para recordarme y recordarnos que la democracia no es algo que se nos regala, sino que tenemos que cultivar cada día. Si no somos exigentes con nuestros políticos, si les damos a entender que sólo nos preocupa que nos ponga la mano en el hombro, que nos den una maceta o que nos arreglen "lo nuestro", luego no nos extrañemos de que piensen que el pueblo es su cortijo, que el coche oficial está para irse a esquiar, que el término municipal es un inmenso solar urbanizable, o que las normas son para los demás y no para ellos. Pensemos en ello y si, aún nos quedan ganas, acudamos de cuando en cuando a ver un pleno. Al menos al gobernante, cuando el ciudadano le mira a la cara, le costará más hacerse trajes a medida. Y si no, luego no nos quejemos por tener que aguantar cuatro años más de prepotencia, incompetencia y cortijo.
Tú lo has dicho, no es que no nos preocupe, pero es que vamos a la nuestra. De todas maneras, la mala gestión, las formas prepotentes, el uso cortijil de los medios, y los presuntos chanchullos, no se me van a olvidar esta vez. Te lo garantizo
ResponderEliminarYo he estado en algún pleno y la verdad, pasa como la diferencia entre ver un partido de fútbol por la tele, a verlo en directo. En la tele te parece increíble que hagan algunas cosas, que las digan, y que nos gobierne gente que no es capaz de articular dos frases seguidas sin equivocarse. En directo ya es la leche, y no hace falta ponerse las gafas de 3D
ResponderEliminarJordi
Bueno a las 7 precisamente estoy en clase, ya que en este pueblo somos muchos los que día tras día nos toca irnos a otro lugar a estudiar.
ResponderEliminarPara cuándo renovamos la FP en este pueblo?
Hace mucho que no veo propuestas serias y creo que una muy importante debería ser esta.
Sólo si existe una motivación, como tú has explicado muy bien, un colectivo, un conjunto de ciudadanos o un ciudadano concreto acude a presenciar un plenario, generalmente una sesión tediosa e ininteligible en el que se escuchan muchos tecnicismos y alusiones a informes previos de los que el espectador no sabe absolutamente nada o, con motivación coincidente, muy poco. La tele no es la solución. Lo que verdaderamente atrae a la audiencia de la tele para detener su zapping en el canal municipal es el morbo que le produce ver a quienes conoce, aunque sea de referencias, discutir, acalorarse, pasar a lo más grueso del lenguaje... y además hacerlo parapetado en la intimidad del salón con ese "totem" al que todos miran, el televisor.
ResponderEliminarLa clase política, en general, sale bastante mal parada en las encuestas de opinión y lo que es el concepto de participación ciudadana es una idea demodé. Sí, es verdad, la gente bastante tenemos con poder pagar la hipoteca, mantener la casa y cuidar de la familia. Quizá nos falte conciencia de que todo lo que hacemos en nuestras vidas comporta política. Por eso somos quienes y cómo somos. El político (en general), debe entender que un cargo, con o sin responsabilidad, es algo circunstancial y que, por tanto, ni las funciones, ni las instituciones son de su propiedad. Y sobre todo debe propiciar la mayor y mejor informada participación posible. Lo de cómo hacerlo con los medios públicos de comunicación es otro cantar, un tema del que sugiero se abra un debate claro y amplio.
J.Antonio
Yo lo entiendo. Yo me acuso de haber hecho lo mismo durante años (quiero mirar la paja en mi propio ojo antes que la viga en el ajeno).
ResponderEliminarTenía el Ayuntamiento a un paso de mi casa, me gustaba ver los Plenos por la tele, pero nunca se me ocurrió asistir en persona. No me preguntes porqué, no lo puedo explicar sencillamente.
Quizás ese menfotismo tan típico de los ibenses, del que yo puedo haber sido un ejemplo durante mucho tiempo, es lo que ha dejado las manos libres a algunos espabilidillos.
Más que hacer autocrítica, lo que pretendía con esta entrada era simplemente recordar que en una legislatura se suelen celebrar unos cincuenta plenos. Hay mil cosas que a los ciudadanos les pueden resultar más interesantes que acudir a un pleno. Pero lo que pretendía era poner el foco en el lugar y a la hora donde cada mes suelen decidirse cuestiones que afectan al pueblo. Muchas se deciden en junta de gobierno, otras de las que se votan en pleno suelen ser pura burocracia, pero suele haber un porcentaje importante, que afectarán al futuro de Ibi para muchos años, y algunas (como la de Santa Lucía o Daroca), que ya no tendrán arreglo y que con presión ciudadana pueden cambiarse, aunque haya mayoría absoluta. Y ahí los ciudadanos sí que tienen un papel importante y decisivo. Por cierto, aunque hoy no se vota el cambio de normativa para los vallados, ya llegará el pleno y avisaremos con tiempo.
ResponderEliminarDespués de ver teleibi casi todo el mes de diciembre y enero, ¿sabéis si se va a televisar este pleno?
ResponderEliminarEn relación al pleno de hoy, y según me dijo personalmente Juanjo Santoyo, concejal de medios de comunicación, SÍ SE TELEVISARÁ, como se había hecho hasta hace un año.
ResponderEliminarEs fácil, a partir del miércoles, permanezcan atentos a sus pantallas