Capacidad de Gestión. Historia de un bache

Han transcurrido ya 30 meses desde el inicio de la legislatura, algo más de novecientos días, 21.960 horas, y algo más de 1.317.600 minutos. En fin, no ho farém massa llarc ni xorrollós. En todo ese tiempo en que el gobierno municipal ha disfrutado de una amplísima mayoría absoluta, se han aprobado (tarde y mal, eso sí), tres presupuestos. En el último, del año 2009, aprobado allá por el mes de mayo, tuve la promesa verbal efectuada en pleno y que consta en el acta correspondiente, del concejal de Hacienda Antonio Granero, de que sería incluída la reiterada petición de este portavoz, DE ASFALTAR DE UNA VEZ POR TODAS LA CALLE DOLÇAINERS. (la foto que ilustra esta entrada no se corresponde con esa calle, no cabían todos los baches en la foto)

Petición que este concejal ha efectuado en la presente legislatura en al menos seis plenos diferentes, y que ha merecido el desprecio y la ignorancia por respuesta, transcurrido el más que suficiente tiempo. Al final lo han conseguido. También ha terminado el año 2009 sin que dicha necesaria obra se haya llevado a cabo. Para los que no se situen, la calle Dolçainers es la que va por detrás de la gasolinera Cañizares y comunica la avenida de la provincia con el primer polígono de Ibi, (fábricas de Coloma y Pastor, Joal, Chorro y Verdú, entre otras) así como con la zona de Aiju, Polideportivo y Casa de la Cultura. Por ser una calle que comunica dicha avenida y dos polígonos industriales con acceso a todos los edificios públicos mencionados, tiene un tráfico bastante denso, tanto de vehículos como de camiones. Además, si de faltar al respeto hablamos, hay varias viviendas residenciales, cuyos vecinos se deben de acordar cada día de sus gobernantes.

Ya a finales de la pasada legislatura, estaba mal. La situación a día de hoy es crónica. Es todo un recorrido digno del mejor competidor de trial, mountain bike o moto-cross. El primer bachecito que alumbró la calle, que iba a infantil a final de la pasada legislatura ya es todo un hombre, está a punto de terminar la carrera y hacer un máster. Se está planteando hacerlo en incompetencia, pero sus padres, los baches mayores del centro de la calle, le están recomendando hacerlo en desidia. Sus tíos, los baches de la punta, se inclinan más por gandulería, pero directamente, el bache, nuestro bache del principio de la calle, optará por hacer la carrera que más salidas tiene, la de concejal de urbanismo en Ibi, que todo lo promete y nada soluciona.

Durante todo ese tiempo transcurrido se han hecho obras diversas, se ha levantado la plaza de la Palla, la plaza de los reyes magos, ambas con un sobrecoste considerable y con resultados mejorables según opiniones, se ha desmontado toda la plaza de la Tartana para hacerla nueva, se han puesto unos toldos en la plaza de Lourdes que costaron un dineral y el viento se los llevó a los pocos meses. En definitiva, se ha gastado dinero en obras necesarias, en otras menos necesarias, y en algunas nada necesarias. Pero no ha habido dinero para arreglar de una vez la citada calle. Estoy seguro de que la arreglarán, ya que aún queda un año de legislatura. Pero mientras tanto, lo que eran varios baches imberbes, hoy son ya una cuadrilla de socavones donde cabe un trolebús. No sé si nuestros gobernantes tendrán comisión con alguna empresa de amortiguadores, pero lo que sí tienen es muy poquito interés. La última respuesta del señor Agüera en el pleno de hace dos meses, después de todo lo dicho, fue magistral. "Es que resulta que por esa calle pasan camiones, y hay que asfaltarla bien". Fantástico señor Agüera, y un resumen de lo que ha sido su gestión esta legislatura, todo un tratado de urbanismo y obras públicas. La culpa de todo, como dijo la alcaldesa en su legendaria intervención del 6 de enero, la debe de tener la oposición que se dedica a hacer acusaciones falsas. ¿También es esto mentira?