Foto Diario El Mundo (Ed. Digital)
La entrada prevista para hoy no era esta, pero las primeras cifras revelan unos datos tan brutales, y la avalancha de solidaridad desatada en todo el mundo es tan grande, que creo que estamos obligados a hacernos eco desde cualquier foro, aunque sea tan humilde y novato como éste.
Lo sucedido en Haití, con cifras iniciales que apuntan a los 50.000 muertos, desborda toda previsión y toda capacidad humana de comprender la tragedia, el dolor, la miseria más absoluta. La catástrofe se ceba además con uno de los paises que desde hace décadas, aparece como los más pobres del planeta. Y a muchos nos hace ver, de repente, lo absurdo de tantas cosas que a diario nos parecen graves, trascendentes y que se tornan en pequeñeces carentes de toda importancia. Ante tanto dolor, no obstante, surge lo mejor del ser humano. La globalidad hace que todos los paises hayan fletado aviones con sus mejores equipos de bomberos, militares, médicos y, en suma, profesionales de todas las áreas que se han volcado para desplazarse de inmediato al lugar de la catástrofe y poder aprovechar las primeras horas para encontrar gente con vida y ayudar del mejor modo posible.
La filantropía tanto de los Estados como, sobre todo, de los particulares y la inciativa privada aflora y se multiplican por cientos las cuentas abiertas que están recibiendo fondos procedentes de todos los lugares del mundo. ¿Porqué el ser humano es capaz de lo mejor, y de lo peor. Por qué nos movilizamos como uno sólo ante la tragedia desgarradora y en otras ocasiones hay conflictos que se enquistan durante décadas por hectáreas de tierra o por la titularidad de un trozo de piedra?
Supongo que está en la propia imperfección del hombre, en su propia inseguridad y existe desde los orígenes. Pero en ocasiones, este tipo de cuestiones deberían de servir, al menos, para reconciliarnos un poco con nosotros mismos y pensar que sigue siendo posible cambiar.
En homenaje a todos los voluntarios y a toda la gente que se está volcando, os dejo este vídeo con la canción del genial LUIS ALFREDO DÍAZ, dedicada a todos los voluntarios del mundo.
Haití ha sido un país damnificado desde siempre, sólo que ahora con esta otra terrible tragedia que están soportando es que el mundo se ha percatado de ellos, ojalá no los olvidemos como en otras ocasiones y la ayuda siga llegando permanentemente, es mucho lo que falta por hacer allá.
ResponderEliminarUn beso multicolor
Qué recuerdos, Nico. Luis Alfredo, el voluntariado en el asilo, Silos, el Movi...
ResponderEliminarGracias por recordarnos estas cosas. Y gracias por recordarnos que hay muchas cosas por las que vale la pena moverse. Ayudemos a Haití y no nos olvidemos de ayudar siempre
J.R.
No hay palabras para expresar lo que sentimos ante tamaña tragedia. Parece que el mundo se ha movido a una sóla vez. Que sea de verdad
ResponderEliminarA.
El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla aseguraba ayer que "existen males mayores" que los que están sufriendo en Haití y estimaba que "deberíamos llorar por nuestra pobre situación espiritual y nuestra concepción materialista de la vida".
ResponderEliminarHoy parece que se "retracta" y dice que sus palabras no pueden interpretarse como desinterés por su parte hacia los damnificados del terremoto. Bien, lo dejaremos así.
Hoy sabemos que el terremoto más fuerte de los últimos 200 años ha asolado Haití. El país, solo presente en lo medios por sus convulsiones políticas y por estar relegado en la cola mundial del desarrollo socio-económico, pasó a ocupar la primera plana de los periódicos con grandes titulares manchados de sangre. Pero, ¿cómo es Haití? Para entender un poco la situación recomiendo leer la columna escrita por Eduardo Punset en El Mundo. Punset vivió tres años allí como representante del FMI y dice:
Haití era el país más atrasado del mundo, pero en muy pocos he aprendido tanto.
Comparto el dolor de las víctimas del terremoto, algunas de las cuales habré conocido. Pero sé que ni a ellas ni a sus familiares les va a amedrentar o cambiar el destino un movimiento sísmico superior al 7 de la escala de Richter.
Leer completo: Que el mundo se entere que Haití existe
Indudablemente cualquiera puede hacer un comentario que se saque de contexto. Indefectiblemente, cuando lo hace un obispo, sobre todo en España, se magnifica.
ResponderEliminarY casi siempre, los católicos de a pie, como cualquier otra persona, compartimos algunas de las cosas que dicen, otras en absoluto y, sobre otras, habría mucho que discutir. Eso sucede dentro de la Iglesia, dentro de un partido político, dentro de un equipo de fútbol y dentro de la asociación o colectivo más pequeño que podamos imaginarnos.
Dicho lo anterior, sigo centrándome en Haití. En la Caixa, si haces la aportación (la que sea) a través de su fundación, ellos aportan un 10% más sobre la cantidad que se aporte, Y SIN GASTOS.
Lo digo, porque no puedo hacer comentarios en tu entrada de hoy, y creo que dejas algo anotado al respecto sobre otra entidad financiera.
Queda todo por hacer en Haití. Ya apuntan a los 200.000 muertos y a la casi segura necesidad de refundar el país. Haremos lo que podamos