Una de cine...(12 años de esclavitud)

Fuí a verla justo una semana antes de la ceremonia de los Óscar. Es una película excelente, con un grandísimo trabajo de sus actores, una fotografía soberbia, unas localizaciones magníficas. Una historia redonda que dura justo 2 horas.

Pero, huelga decirlo, es una película en la que uno sabe lo que lo que se va a encontrar. Un crudo retrato de una de las mayores vilezas que el mundo presuntamente civilizado cometió sobre sus semejantes, la esclavitud. Indudablemente la realidad sería mucho peor que la ficción, pero el británico Steve McQueen creo que ha conseguido reflejar qué suponía ser esclavo en el sur de los Estados Unidos. Así y todo, no se recrea en la truculencia ni en el morbo. Sólo muestra lo estrictamente imprescindible. No hace falta más.

El resto lo hacen los rostros de los protagonistas, sus miradas de angustia, de dolor, de desesperación. Chiwetel Ejiofor hace un perfecto Solomon Northup. Lupita Nyong'o, es totalmente merecedora del óscar por la magnífica recreación de la esclava "favorita" del dueño de la plantación, un absoluto tirano psicópata interpretado por el actor de moda, Michael Fassbender, que borda cualquier personaje que se proponga. La paradoja de servirse de seres humanos como mano de obra, la brutalidad de buscar justificación nada menos que en la Biblia y la certeza de que no hay peor enemigo para el hombre que el propio hombre.

Estados Unidos cinceló gran parte de su crecimiento utilizando mano de obra esclava. Y en cada momento de la historia de la humanidad, desde los egipcios, pasando por los romanos y en la propia Europa, hasta el reciente ejemplo del nazismo, el hombre ha hecho de la esclavitud una manera de obtener mano de obra barata y de degradar y explotar a sus semejantes hasta límites insospechados. En la película, se observe perfectamente como las frustraciones de quienes detentan el poder, sus limitaciones para amar, sus propias envidias, proyectan su odio contra aquéllos a quienes pueden hacer daño, simplemente porque son de su propiedad.

No alcanzo ni siquiera a imaginar qué podía sentir quienes nacían, vivían y morían siendo esclavos. Esta película nos muestra una faceta de esa cara más oscura de la humanidad. Es cine con mayúsculas, pero indudablemente se sufre viendo este tipo de películas. Por eso, no es para todos los estómagos. No es una película de coca-cola y palomitas. Es una película de la que se sale detestando un poco más la injusticia. Si os animáis a verla, ya me contaréis. Buen fin de semana