Cruz Roja y la concejalía de Medio Ambiente acuerdan emprender acciones
conjuntas para la conservación del entorno
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La concejala de Medio Ambiente, Blanca Navarro, y Cruz Roja han acordado
colaborar en diferentes acciones destinadas a conservar el entorno natural
del m...
jueves, 20 de marzo de 2014
El casco antiguo y el corto plazo
Un grupo de vecinos y comerciantes del casco antiguo han recomenzado la titánica tarea de ponerse en marcha para intentar salvar el casco antiguo, el barrio donde Ibi nació, donde se encuentran los -escasos- edificios emblemáticos, donde está la Iglesia parroquial de nuestro pueblo, escenario de cientos de celebraciones, y por tanto de visitantes, a lo largo del año. Por cuyas calles transcurren la gran mayoría de las fiestas del pueblo y en cuyo perímetro se encuentran prácticamente los únicos establecimientos hoteleros de nuestra localidad.
En los últimos veinte años, los sucesivos gobiernos que han tenido responsabilidad de administrar los destinos de Ibi, han efectuado diversas actuaciones, todas ellas con más voluntad que acierto. Por no hablar de la permisividad a ojos vista de los responsables municipales, de los incumplimientos flagrantes de la normativa urbanística de esta zona. Desde la portavocía del grupo al que represento, he efectuado en sucesivas y reiteradas ocasiones la propuesta de que este barrio de nuestra localidad necesita, como el resto de escenarios similares en otras localidades, una planificación a medio y largo plazo que aborde diversos aspectos. Desde la propia limpieza, ornato y adecuado mantenimiento del mobiliario público y los espacios, pasando por el respeto y la conservación de unas mínimas señas urbanísticas, hasta actuaciones encaminadas al fomento de la actividad comercial y de la instalación de familias en la zona.
Sin embargo, al final cada actuación llevada a cabo, generalmente sin consultar la opinión de los vecinos y de los escasos comercios que con un esfuerzo titánico mantienen su presencia en la zona, se ha ceñido a lo que podríamos llamar "chapa y pintura". La última, la peor y menos acertada de todas ellas, la enésima remodelación de la plaza de la Palla, que se prolongó por más de 2 años, terminando de hundir a los escasos comercios que resistían y que llevó a abandonar y trasladarse a la mayoría. El resultado quedó a la vista de todos: un pavimento absorbedor y retenedor de mugre, eso sí, una vez más, con sobrecostes.
Analizando ciudades de tamaño similar a Ibi y otras más pequeñas donde se ha conservado el casco antiguo con gusto, acierto y con planificación se observan varias coincidencias. La primera de ellas ha sido una planificación en actuaciones a varios años vista, tendentes a conservar lo que merecía ser conservado, a fomentar, apoyar y subvencionar la reforma de viviendas, la instalación de familias y, fundamental, la apertura o manteniento de comercios en la zona. Si como hemos dicho al principio, en esta zona se desarrollan gran parte de los eventos de la vida social, cultural y festiva de la villa, es esa zona la que la mayoría de los habitantes del pueblo van a pisar o frecuentar varias veces al año. Y también los visitantes. ¿ Qué impresión pueden llevarse las familias que se instalan en cualquiera de los 2 hoteles de nuestra ciudad, transitando por el carrer Empedrat, el Ravalet o la calle mayor, cuando son una sucesión de casas ruinosas y abandonadas?
Soy de los que pienso que las dimensiones de nuestro barrio más antiguo, con zonas como Plaza de la Iglesia, Costeretes, la propia plaza de la Palla, y 2 calles peatonales, son espacios ideales si tuviesen vida. Retrocediendo 25 años atrás, recordaremos un carrer empedrat lleno de comercios de arriba a abajo, hasta la biblioteca municipal estaba ubicada en esa zona. Por no hablar de los 2 cines que había en las inmediaciones. Desde el gobierno municipal deben de planificarse a medio y largo plazo actuaciones tendentes a preservar este espacio que es el origen de nuestra ciudad, con criterio, sentido común y dotación presupuestaria. Cuando uno ve la Plaza de la Palla un domingo de sol, llena de gente sentada en sus terrazas y disfrutando la sombra del plátino, quiere pensar que aún estamos a tiempo. Confiemos en que las mejores ideas y la voluntad de todos, salven esta zona del pueblo que está herida, pero esperemos que no de muerte.
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2 comentarios:
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Aparcamiento. Esa es una de las claves (hay más). Solo desde el Ayuntamiento se puede impulsar la creación una buena zona de aparcamiento público (eso no lo pueden hacer los particulares ni los comerciantes).
ResponderEliminarOtra clave es el cuidado del entorno, de la arquitectura tradicional y de los elementos típicos (madera, piedra). Pero en Ibi ya llegamos tarde. Lustros de permisividad han convertido el casco antiguo en una infumable combinación de estilos arquitectónicos. Un pueblo cercano como Biar, nos ofrece un ejemplo de todo lo contrario: da gusto pasear por sus callejuelas.
Por aquí Jose Vicente da miedo pasear por estas callejuelas,y después vergüenza,hay un Carrer Mayor abierto al trafico,donde te tienes que apartar para que pasen los vehículos,un Carrer Empedrat que da pena,un Carrer Santa Rita por donde diariamente pasan muchísimas personas,que apesta por los olores que se desprenden de las alcantarillas,etc... no hay vida en esta zona,solo como bien dice Nico,cuando ves gente en las terrazas de la Plaza La Palla te queda la esperanza y el recuerdo de que en un lugar tan emblemático se exista vida social.Tambien contribuye la mostruosidad del Hotel Plata,que ahuyenta hasta los pajaros,quien va meterse en un negocio en esta zona si esta abandonada.
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