Ayer se produjeron coincidiendo en el tiempo, dos situaciones que deberían de hacer pensar tanto a la primera edil de nuestra localidad, como a los que han decidido acompañarla y ser silentes compañeros de sus decisiones esta legislatura y de lo que pueden ser los "estertores" de un periodo de poder.
En Orihuela, Mónica Lorente, hasta hace poco vicepresidenta del PP provincial, mano derecha de José Joaquín Ripoll y una de las políticas que podía tener más futuro en el partido, vio abortada por la dirección regional de su propio partido en Valencia y en Alicante, el intento de moción de censura en la ciudad de Orihuela. El motivo fundamental, a pesar de ser esta la quinta ciudad en población de la provincia de Alicante y de tener el PP unas ganas locas de recuperar el feudo que perdieron junto a otros como Alcoy o Villena, donde varios partidos se unieron para desbancarles del poder. El motivo fundamental, es que Mónica Lorente está procesada en la rama de las basuras de Orihuela por el caso Brugal. Los concejales del PP en esa ciudad recibieron un SMS donde se les comunicaba desde las direcciones regional y provincial del partido al que pertenecen y por cuyas listas concurrieron, que esa moción no estaba autorizada y respaldada por el partido. Un sólo concejal del PP, Antonio Rodríguez Barberá, advirtió a sus compañeros ya "de cuerpo presente" en la notaría para firmar la moción, que la dirección provincial no autorizaba la misma.
Fabra quiere seguir intentando demostrar que estar imputado, procesado o investigado por presunta corrupción no sale gratis y que por tanto, seguir pretendiendo abanderar las siglas del PP y ostentar poder en esa tesitura, va a ser imposible para el que lo pretenda. Eso sí, con unos lo hace con más firmeza que con otros. Ayer también, la otrora mano derecha de Eduardo Zaplana, Alicia de Miguel, exconsellera entre otras muchas cosas, de bienestar Social y en su momento imagen y voz del Gobierno del presidente cartagenero que puso en su día al PP en el poder (fruto también de una moción de censura en Benidorm), decidió dimitir pocas horas antes de ser imputada también por el caso Gürtel. Hasta para la categoría de imputados, los hay con algo más de dignidad que otros.
Al hacerlo, dejaba con el trasero al aire a la otra docena de diputados imputados, entre otros, el exalcalde de Alicante Luis Díaz Alperi, la actual alcaldesa Sonia Castedo, la alcaldesa de Novelda Milagrosa Martínez (le piden nada menos que 11 años) y toda la pléyade de indignas señorías a las que seguimos pagando el sueldo por calentar con sus imputados traseros los escaños de unas cortes tan pestilentes como inútiles. Aquí en Ibi, hay un secreto de sumario en el que se sigue investigando. Tres concejales que han ido en las listas confeccionadas por esta alcaldesa están imputados y dimitidos-cesados por el camino. Sin embargo sigue siendo alcaldesa de Ibi y pensando que volverá a ser candidata y que todos, los de aquí, los de Alicante y los de Valencia, aplaudirán y refrendarán esa propuesta. Pues eso, cada cual que crea lo que quiera.
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