Tras como se están desarrollando los acontecimientos en relación con las presuntas revelaciones efectuadas por el tesorero del PP, Luis Bárcenas al director del diario El Mundo, Pedro Jota Ramírez, publicadas el pasado domingo durante tres páginas que causan auténtico espanto y vergüenza a partes iguales, de ser cierta una tercera parte de lo que ahí se publica, en cualquier país del mundo occidental y civilizado al que decíamos pertenecer habrían llovido las dimisiones y las consecuencias de todo tipo.
En España no. El espectáculo prodigado durante las primeras 48 horas después de la publicación anteriormente referida, por los dirigentes de primer nivel del partido popular incluido nuestro presidente del gobierno, ha sido de auténtico bochorno. Escondiéndose para no ser preguntados por los periodistas, suspendiendo comparecencias en cursos y universidades de verano. Pero ¿esto qué es? Como decía mi madre, molta por, pero molt poca vergonya.
Luego, pasadas las 48 horas en que en las cocinas de Genova maquinaban el argumentario de rigor para repartirlo a unos dirigentes que no sabían ni por dónde salir, comienza un espectáculo aún peor. "Todo eso no puede demostrarse", "son papeles de un delincuente". Pero de asumir responsabiliades, nasti de plasti. Pero si presuntamente se está hablando de que el presidente del gobierno cobró sobresueldos durante su etapa de ministro antes del 2000, cuando expresamente ESTABA PROHIBIDO, y él era nada menos que el ministro de Administraciones públicas, área que regulaba dicha prohibición!!! ¿estamos locos, o qué sucede en este país?
Sinceramente, no he sido jamás excesivamente patriotero, ni apegado a banderas. Las señas de identidad de un pueblo cada vez más me parece que deben de ser la cultura, la civilización, la educación, el civismo, los valores. No sé si me da mas asco de lo que se les está acusando o la cobardía que demuestran cuando aparentemente les han pillado con el carrito del helado. En países como Alemania o el Reino Unido hemos visto dimitir a ministros cuando se les ha sorprendido por haber plagiado parcialmente una tesis doctoral, por una multa de tráfico que han pretendido encalomar a la cónyuge o por no haber devuelto un libro a la biblioteca dentro de plazo. Aquí presuntamente nos han estado robando y saqueando durante veinte años y encima nos chulean. Bárcenas es un presunto delincuente, pero espero que cante la Traviata. En plena campaña de la renta y del impuesto de sociedades, cuando aún la mayoría de familias y de empresas españolas estamos haciendo números para poder pagar y atender nuestras obligaciones como ciudadanos, sólo pido ver algún mínimo asomo de dignidad, de decencia y de responsabilidad en los gobernantes de mi país. Más decencia y menos patriotismo o patrioterismo de tercera.
P.D. Todo lo dicho anteriormente, vale exactamente igual para Andalucía y quienes allí gobiernan. Que nadie se llame a engaño. Hace falta lejía, jabón y estropajo en toda España
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