Soy afortunado

Cuando uno decide presentarse a unas elecciones, comienza a "disfrutar" de las servidumbres que tiene un cargo público. La principal, sin duda alguna, es la exposición pública. En unas elecciones locales esa exposición es absoluta. Si además resultas elegido, eso se multiplica por diez. Pero si además de resultar elegido, tomas la decisión de ser honesto contigo mismo, conservar los principios, e intentar irte de la política ligero de equipaje y con la conciencia tranquila, el vapuleo está asegurado.

Tanto da que te corresponda ser gobierno como oposición. El pasado 19 de febrero se cumplieron diez años de la fundación de ADIi. Y en junio hará diez años que tomé posesión del acta de concejal. A lo largo de estos años he conocido gente que se ha entregado en cuerpo y alma a la que debería seguir considerándose noble tarea del servicio público, unos desde el cargo de concejales y otros en puestos de funcionarios. También en asociaciones deportivas, culturales, sociales, vecinales hay gente que, a su manera, tienen cargo público y trabajan porque este pequeño rincón de la provincia de Alicante donde hemos nacido, vivimos, trabajamos y deseamos que nuestros hijos tengan futuro, empeñan parte de su tiempo desinteresadamente para mejorarlo un poco.

Cuando accedí a la concejalía en el año 2003, formamos gobierno de coalición. Traté de hacerlo lo mejor posible y tengo un recuerdo imborrable y muy grato de mi paso por el área de cultura además de la de fiestas y tradiciones. Esa era la parte buena. Las discrepancias políticas y el no estar dispuesto a mirar hacia otro lado frente a conductas totalmente deshonestas y, en algunos casos, hasta presuntamente delictivas como se ha podido ver -lamentablemente- muchos años después, decidí que no podíamos seguir formando parte de ese gobierno y pasamos a ser oposición. Y hasta hoy. Y desde la oposición, tampoco he aceptado el estar y pasar, el ponérmelo a mí mismo fácil callando y no complicándome la vida. En su momento pasarme a la oposición tuvo para mí un coste personal y político altísimo. Ahora seguir hablando claro simplemente nos ha costado perder retribuciones. Pienso sinceramente que soy afortunado

Tengo la suerte de tener trabajo y poder vivir dignamente de él. Pero sobre todo tengo una familia a la que adoro, a la que quiero y que me quiere. Y tengo un buen puñado de buenos amigos que, junto mi familia, son mi sustento principal, mi sustrato emocional y mi norte, junto con los valores y la educación que me han dado mis padres, mi único y principal patrimonio. El Partido Popular con la entusiástica connivencia de Juan Valls, ha decidido suprimir las dedicaciones a la oposición, recortando así un 60% las tretribuciones a los grupos minoritarios, Esquerra Unida y ADIi y en casi un 40% al partido socialista. Si hay que recortar, que así sea. Muchos ciudadanos lo aplaudirán y las arcas públicas dispondrán de más recursos para atender necesidades más importantes. Nosotros seguiremos haciendo el mismo trabajo o más, seguiremos asistiendo a las comisiones, a los plenos, a las reuniones, a las mesas de contratación. Seguiremos revisando hasta donde alcance nuestra disponibilidad, la documentación y los expecientes. Mientras tanto, el equipo de gobierno, del que forma parte Juan Valls, lógicamente, ha decidido que su esfuerzo debía de quedarse en un recorte de un 6% exclusivamente. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio. Porque esto no merece el más mínimo comentario. Porque insisto, soy muy, muy afortunado y no tengo el más mínimo derecho a quejarme.