Espías, floreros y políticos prescindibles...

Cuando un niño ve un arco iris por primera vez y señala con su dedo al cielo, podemos fijarnos en el dedo. Otros en el cielo y otros en el arco iris. Algo así es lo que está sucediendo con el asunto del presunto encargo de espionaje a la líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, cuando se sentaba a comer en el Restaurante "La Camarga" con la que entonces era amante de uno de los hijos de Jordi Pujol concretamente, el que se llamaba como su padre, Jordi. Fíjate tú qué cosas, que acusan a el que en los últimos lustros ha sido el "fontanero" del Partido Socialista de Cataluña, José Zaragoza. Lo de fontanero, es la terminología que en los partidos políticos utilizan para referirse al que trabaja en las cañerías del partido, en la trastienda, y el que, al parecer, se encargaba de los trabajos menos limpios.

Aquí en Ibi el PP ha tenido los últimos quince años un fontanero de primera, un tal Miguel Ángel Agüera del que hace nueve meses que no tenemos noticias y que pronto ya solamente será un rumor. Al Migue también le molaba esto del espionaje, y se convirtió en un auténtico hacha en el manejo de grabadoras y artilugios varios para organizar montajes a propios y extraños. Lástima que quien a hierro mata, a hierro muere. Por cierto, seguimos sin saber nada de los casi mil euros que el Ayuntamiento de Ibi, con los impuestos de todos, pagó en la tienda del Espía. Algunos van a quedar muy retratados con esta historia.

Dicho lo anterior, lo del espionaje en la Camarga fue poco imaginativo. Nada menos que en florero del centro de la mesa estaba puesto el micro. Ché tú, hasta Anacleto Agente secreto o el reporter Tribulete estaban más sofisticados que estos espías de tres al cuarto. Allí, entre copa de vino y plato de jabugo, la despechada examante de Jordi Pujol junior iba largando todo lo que había vivido durante sus días de vino, rosas y maletines con el vástago de los Pujol. Publica el diario La Vanguardia "La grabación de la reunión entre Sánchez-Camacho y Álvarez Martín, en la que esta explicó que el hijo de Pujol viajaba periódicamente a Andorra y que en uno de esos viajes observó una mochila con fajos de billetes de 200 y 500 euros se produjo por medio de un micrófono o una grabadora ocultos en un jarrón situado en el centro de la mesa. La líder del PP recibió inicialmente a Álvarez por recomendación de Jorge Moragas, el actual jefe de gabinete del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien ha querido aclarar que fue Alberto Fernández-Díaz quien se la presentó y que comentó con la líder del PP catalán su sólido currículum. Cuando se conocieron, ambas mujeres simpatizaron y quedaron para comer". Pinchando AQUÍ podéis acceder a la noticia completa

Y claro está, todo el mundo se fija en el dedo (el asunto turbio del espionaje presuntamente encargado por otro partido), en el cielo (los maletines con billetes de quinientos euros a Andorra) pero hasta hoy, nadie ha reparado en lo que a mí me parece tan grave como lo anterior. ¿Cómo es posible que Alicia Sánchez Camacho, líder del PP catalán, comiera con esta señora que le cayó tan "simpática", escuchara todo lo anterior y no acudiera a comisaría o a los juzgados de inmediato? Es más, cómo es posible que los dos años siguientes Alicia fuera el sostén político de Convergencia i Unió, a la que le apoyó durante 2 presupuestos consecutivos? Yo tengo mi opinión. Y a la vistá está que como se está viendo, aquí había y hay mierda y maletines para todos, y mejor calladitos, no sea que a alguien la dé por indagar en las cuentas del PP, en los maletines de Bárcenas y en los cientos de asuntos de diputados y concejales peperos diseminados por toda la geografía española, como por cierto ha terminado pasando. Es lo que debió de pensar la lideresa catalana que, en este asunto, ha quedado retratadísima, y ya van....