Algo se mueve...

Scorpions - WIND OF CHANGE (vientos de cambio)

Cuando ayer por la tarde el Partido Popular daba marcha atrás en su decisión de que ni si quiera se debatiese la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) presentada por la Plataforma de afectados por la Hipoteca (PAH), se verificaba el penúltimo síntoma de que lo que está cundiendo entre los partidos mayoritarios los últimos 35 años es algo más que pánico.

La anterior decisión, no podemos dejar de enlazarla con la de fulminar al exmarido de la ministra de sanidad Ana Mato, después de una semana entera defendiendo justamente lo contrario. Los balbuceos de Cospedal, González Pons, Floriano y compañía intentando justificar lo injustificable, al final terminaban con la patada al culo. Lo contrario, ponía de manifiesto una posición injustificable y un miedo atroz a lo que el pájaro y exalcalde de Pozuelo pudiese largar. La pregunta que nos hacemos muchos ciudadanos es ¿porqué hasta en la situación más insostenible por la que ha vivido un gobierno democrático en nuestra joven democracia, siguen pensando que pueden chulear al personal? ¿porqué solamente rectifican cuando la realidad de las circunstancias pone, blanco sobre negro, lo pornográfico de la situación?

Es que habría sido directamente para tomar nuestra particular Bastilla, que en la misma tarde en la que se proponía declarar las corridas de Toros Bien de Interés Cultural con algo más de 500.000 firmas recogidas, no se pudiese tramitar la iniciativa de la dación en Pago que había recogido más de millón y medio. Ni que decir tiene, que la que le venía al PP encima podía ser de órdago, máxime cuando pocas horas antes se había suicidado una pareja de ancianos que iban a ser desahuciados por avalar a su hija. En toda revolución ha habido una chispa que ha desatado la marejada. Quizás esta podría haber sido la gota que colmaba el vaso, sólo quizás.

Pero claro está, no nos hagamos ilusiones. Porque por otra parte decía Rajoy en un foro en el que intervino hace un par de días, que "introducir grandes cambios en la ley electoral podría traer más perjuicios que beneficios" y que el actual sistema había ido "razonablemente bien". Por supuesto, razonablemente bien a los dos partidos que han ido alternando en el poder del gobierno central y de la mayoría de las autonomías, como se ha visto, propiciando una red clientelar y de corruptelas que ahora atasca todas las cañerías de la paciencia. Si alguna pista podemos ir siguiendo de lo que está sucediendo y sabemos leer entre líneas, es que cuando el pueblo se moviliza y se moviliza en serio, consigue cambios. Con o sin mayorías absolutas. Le guste o no, mi generación (tengo 41 años), no hemos conocido otros gobiernos más que los que usted llama "partidos tradicionales" y muchos estamos hasta los mismísimos. Soplan vientos de cambio. Es necesaria otra transición. Si el planteamiento de los que nos gobiernan es que todo siga igual para que nada cambie, conmigo que no cuenten.