Sueldos y mentiras

Que la alcaldesa acudiese el pasado viernes a Radio Ibi, cuando generalmente suele hacerlo varios días o semanas después de hacerlo el resto de portavoces, es un síntoma más de que el miedo se huele, en este caso directamente apesta, tras el "destape" de una presunta trama, perfectamente organizada, para duplicar o triplicar facturas a proveedores habituales, para sangrar las cuentas municipales. Esto aún no se ha terminado, no creáis, porque tengo muy claro que si hay empresas que presentaban la misma factura dos o tres veces, tengo todo el derecho a pensar -y lo pienso- que los trabajos, los materiales y los servicios que se facturaban pueden ser totalmente ficticios. Y también tengo todo el derecho a pensar, y lo pienso, que ese dinero iba a los bolsillos no solamente de algún funcionario cómplice y de las propias empresas, sino sobre todo a los de algún político/a espabilado. Así luego salen las noticias sobre cuentas millonarias en Suiza y todo eso.

Como lo anterior no es que sea grave, es que es de juzgado y de cárcel, la alcaldesa, que dos semanas después aún no ha asumido ninguna responsabilidad, ni ha cesado a nadie, ni ha dado ningún tipo de explicación, tiene que ir a Radio Ibi a dar caña a quienes denuncian y destapan el presunto latrocinio organizado, esto es, a la oposición y, no se lo pierdan, a criticar los sueldos y retribuciones que a estos les corresponden. Vayamos por partes. A los concejales electos de Ibi, y del resto de España, les corresponden una serie de derechos económicos y políticos para ejercer su labor, la que les corresponda (gobierno u oposición). Podemos hacer toda la demagogia que se quiera con este tema. En las poblaciones de 20.000 habitantes hay unos baremos regulados por la Federación Española de municipios y provincias y unos topes y en Ibi, desde 1995, hace "solamente" 17 años, se aprobó un pacto de retribuciones que se ajusta a esos baremos y que, dicho sea de paso, es bastante inferior al de cientos de municipios de España de similares características.

Las indemnizaciones y retribuciones que percibimos los grupos de la oposición en Ibi, se han ajustado en todo momento a ese baremo vigente y, desde 1995, y especialmente, desde 2003 en que ADIi entró en política, si para algo se ha modificado ese baremo es para perjudicar a la oposición y beneficiar al equipo de gobierno. Eso es perfectamente demostrable con cifras y datos, y cuando quieran nos sentamos dónde y cuando quieran con la señora Parra o con quienes quieran y lo discutimos. En segundo lugar, esos derechos económicos pueden distribuirse entre los concejales que formen parte de un grupo político en el modo y manera que consideren oportuno, siempre y cuando, como es lógico, no se incremente el coste para el Ayuntamiento. Cabe reseñar, que en los últimos cinco años, se han redudido las retribuciones en un 17%, contando tanto las reducciones como las congelaciones. En tercer lugar, al principio de esta legislatura, la alcaldesa, sabedora de que si a la oposición se le recortan los medios, cuenta con menos posibilidades y tiempo para ejercer su trabajo de fiscalización del gobierno, tenía un interés interesadísimo en pegar un tajo a esas retribuciones, pero eso sí, las suyas dejarlas intactas. Este portavoz propuso y lo mantengo, que si querían reducir las retribuciones, nosotros proponíamos reducirlas todas al 50%. Yo no vivo de esto y os garantizo que ninguna retribución me compensa, ahora bien, hacer el indio es de imbéciles y al final, la financiación de las campañas de los partidos pequeños suele salir en gran parte de los mismos que damos la cara para que nos la partan.

En cuarto lugar, es la enésima vez que la alcaldesa sale a la palestra a decir la mentira de que ella no cobra sueldo del ayuntamiento. Usted, señora alcaldesa no cobra sueldo del Ayuntamiento porque solo puede percibirlo de una entidad pública, POR LEY, y escogió el de diputada autonómica, que además de que le reporta pingües beneficios, redondea con los más de 12.000 euros al año que percibe del Ayuntamiento por asistencia a plenos y juntas de gobierno. Siendo diputada autonómica, además de un sueldo similar al de alcaldesa, cobra más de 7.000 euros al año por la asistencia como vicepresidenta a la comisión de "innovación" de les Corts Valencianas, que en lo que va de año se ha reunido una vez. También tiene un plus de transporte por vivir a más de 100 km de Valencia que supera los 700 euros al mes, y además, si consigue estar siete años de diputada tiene el derecho a una pensión vitalicia del 80% de la máxima a la que tiene derecho a un trabajador en España. Ahora si quiere, que siga mintiendo y diciendo que ella no cobra del Ayuntamiento de Ibi. Efectivamente, ha escogido lo que más rentable le resultaba. Y por último, fue este portavoz quien pasó al periódico local todos los sueldos de los concejales a principios de legislatura. No tengo nada, absolutamente nada que ocultar. Por cierto, algunos vivíamos de nuestro trabajo antes de entrar en política y lo seguimos haciendo. No todos los concejales del PP pueden decir lo mismo. Mañana hablaremos del presunto saqueo de las arcas municipales, porque a la vista está, lo que a la alcaldesa lo que le preocupa es una oposición que trabaja y bien. Por eso tiene que hablar de lo que cobra y no de lo que descubre.