Cruz Roja y la concejalía de Medio Ambiente acuerdan emprender acciones
conjuntas para la conservación del entorno
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La concejala de Medio Ambiente, Blanca Navarro, y Cruz Roja han acordado
colaborar en diferentes acciones destinadas a conservar el entorno natural
del m...
lunes, 15 de marzo de 2010
50 años sembrando
"¿Sabes silbar?"
Con esta sencilla pregunta, hecha por el entonces joven sacerdote, Juan Bosco, a un joven de unos dieciséis años que se había colado en la parroquia, comenzó todo.
Bartolomé Garelli se llamaba el muchacho, al que el sacristán echaba a escobazos por haberse colado sin permiso. Sin embargo, Don Bosco, le mandó llamar y comenzó a preguntarle. ¿Tienes padre? ¿Tampoco madre? ¿En que trabajas? El muchacho contestaba tímidamente las preguntas, hasta que don Bosco, hábil con los jóvenes y que sabía sacar lo mejor de la gente, le hizo la pregunta que todos los antiguos alumnos nos sabemos ¿Sabes silbar? Al joven le sorprendió que un sacerdote lejos de reprenderle, se interesara por semejante habilidad y sonrió.
La realidad del Turín de 1841 era parecida a la de muchas ciudades de Europa que vivían su revolución industrial. Cientos de jóvenes vivían echados a su suerte vagueando por las calles de la ciudad, huérfanos en muchos casos de padre y madre, embruteciéndose y llenando las cárceles que don Bosco visitaba. Tenía muy claro que había que cambiar todo aquello.
Con Bartolomé Garelli, se atrajo a otro grupo de amigos del muchacho, al principio nueve, poniendo así el embrión de los oratorios Don Bosco, donde comenzó la magnífica obra de la Gran familia Salesiana, que allá por 1959, también tendría su continuidad en Ibi. El empeño de empresarios y trabajadores de un Ibi que crecía entonces a una velocidad de vértigo, en que en el pueblo hubiera un colegio Salesiano, puso todo lo demás. Desde entonces, varias generaciones de ibenses nos hemos formado en sus aulas, hemos corrido en los patios, siempre abiertos, hemos despertado a nuestra fe, nos hemos formado como personas y hemos bebido del carisma Salesiano. El sábado tuvo lugar en el Teatro del Colegio Salesiano de Ibi, la celebración y el homenaje a todos los que han hecho posible durante estos cincuenta años que esa obra continúe y perdure. He de confesar que revivir aquéllos años de mi infancia, donde se forja gran parte de lo que seremos como adultos, me emocionó hasta "las trancas". En el caso de nuestra promoción, que recibía el homenaje porque hace veinticinco años que dejamos el colegio, allá por el año 1985, era además muy especial porque tenemos la suerte de que muchos de los que compartíamos aula, luego hemos sido el grupo de amigos, "la cuadrilla", más de veinte.
Volver a ver a Salesianos que hacía muchos años que no veíamos como don Francisco Córcoles, don Enrique, a don José Antonio Pejenaute. Recordar a compañeros que ya no están. Compartir la eucaristía con otras muchas generaciones que, como nosotros, piensan que sin duda fue la mejor época de nuestras vidas. Era una inmensa acción de gracias a toda la gente que lo ha hecho posible, y sobre todo, a la memoria de do Bosco. Como dijo don Tomás, el actual director, la sociedad está cambiando y el relevo de los salesianos cada vez es más escaso. El papel actual de los laicos en labores de dirección del centro, de pastoral y de todo lo que comporta la aplicación del proyecto educativo del centro, es cada vez más relevante. Creo sinceramente que el carisma salesiano, dentro de la amplitud de ellos dentro de la Iglesia católica, es el de talante más abierto y con una orientación muy clara que estableció don Bosco desde el inicio de su misión"Evangelizar educando y educar evangelizando". Como le decía aquélla señora que se le apareció a Juanito Bosco en su sueño a los nueve años cuando quería evitar que varios críos se matasen a golpes "con dulzura, Juanito, con dulzura".
Luego en el Restaurante "el Picaor", casi quinientas personas nos reunimos para continuar la celebración, destacando el homenaje y reconocimiento a Rosario Lorca, la que fue nuestra profesora de francés durante el tiempo que estuvimos en el colegio, y lo ha sido antes y después de otras tantas generaciones. Labor que ha hecho siempre con un rigor profesional y una seriedad encomiables, ampliando su labor docente con numerosos proyectos de intercambio con estudiantes europeos, y dando amplitud de miras al proyecto educativo del centro. En fin, muchas emociones, y también mucha fiesta recordando lo que sin duda para la mayoría fueron muy buenos tiempos.
Como cantaba el coro del colegio, "Que tú palabra, nos cambie el corazón". Falta nos hace. Mi más sincero reconocimiento a todo el trabajo efectuado para preparar un acto excelentemente organizado a todo el equipo: profesores, antiguos alumnos, padres, madres y al colegio María Auxiliadora de Ibi en general.
. Dejo colgado un link al largometraje sobre la vida de don Bosco. Son 7 minutos y da pequeñas pinceladas de cómo empezó todo
P.D. Por cierto, hoy hay pleno, pero creo que merecía más la pena hablar de lo anterior. Mañana volveremos a cuestiones menos prosaicas
8 comentarios:
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En la epoca que yo estuve, fue por 1970, no todos los que pasaron por el colegio guardamos un recuerdo favorable en toda su extensión, fue una etapa dura de Ibi, la de mayor inmigración, la de construcción de los barrios de trabajadores con todas las carencias propias de esa situación, con una educación y enseñanza muy cuartelaria y estricta a nivel religioso propia de la epoca. Aun asi, en esos momentos en los que de alguna forma empiezas a despertar a la vida, todo lo negativo se tamiza por la ilusión, por la energia de la pubertad, y porque no decirlo por profesores y amigos que fueron magnificos compañeros de viaje. Tuve mis dudas de asistir a esos actos y de hecho no fui, pero me alegro que fueran tan entrañables para tanta gente, al final debemos quedarnos solo con lo bueno de todos los momentos vividos.
ResponderEliminarYo también estuve en el acto del sábado y támbién me emocioné recordando aquellos tiempos. Me acuerdo especialmente de lo "fácil" que era todo entonces. Ir al cole, jugar, hacer los deberes, comerte la merienda. Por eso la infancia, si has tenido la suerte de vivirla felizmente, es sin duda una época en que los recuerdos son fundamentalmente positivos. Y el hecho de que en el colegio se implicaran tanto hace que el recuerdo sea aún más emotivo. Felicidades al colegio.
ResponderEliminarJordi
La vida de San Juan Bosco fue apasionante. Creo que se ha hecho un largometraje, pero no sé si se ha estrenado en España. Ser antiguo alumno salesiano imprime carácter y cuando coincido en el resto de España con otros que también lo son, todos presumen orgullosos y tienen un buen recuerdo de su paso por el colegio.Por algo será Excelente crónica
ResponderEliminarA.
He entrado en el link al vídeo. En Youtube puede seguirse por bloques de unos 8 minutos. Está colgada la vida enterá de Don Bosco, tipo "telefilme".
ResponderEliminarGracias por el enlace y por la entrada
Un antic alumne
Verdaderamente la obra de Don bosco fue extraordinaria. Gracias por acordarte en este blog.
ResponderEliminarJoan
El espiritu del santo en el colegio de Ibi era como el Guadiana, desapareció en el momento en el que sin preguntar se descontaba de la pobre nómina de los trabajadores una cuota para hacer el colegio. Siguió desaparecida cuando al colegio sólo ivan o en su gran mayoría, los hijos de los más pudientes o con más influencias del pueblo.
ResponderEliminarEse espiritu aparecía en esos largos veranos sin playa, ni caseta, en los que muchos niños y niñas de familias sin muchos posibles nos acercabamos al colegio al MAO donde con unos monitores con vocación salesiana nos hacían pasar unos veranos divertidos, que siempre recordaré.
Enhorabuena por esos buenos años salesianos, aunque yo estudié en el colegio de al lao del de pago, también me llegó algo del espiritu salesiano.
Soy un salesianos que estos momentos tengo la suerte de disfrutar del cariño, la ternura y la cercanía de la gente de Ibi.
ResponderEliminarYo nunca fui alumno de un colegio salesiano, ni viví en mi infancia/adolescencia ese ambiente que os atrevéis a transcribir. En mi colegio "público" también sufrí los rigores morales y religiosos de la época, vamos, como todos.
Desde esta líneas quiero agradecer la crónica de Nico, el cariño que fluye en cada uno de vuestros comentarios y la cercanía que cada día hacéis presente con los que no tuvimos la suerte de estar con vosotros en aquella época. Sabed que esta será siempre vuestra casa, (no lo digo yo, lo dice Don Bosco) porque lo que importa no es el teatro, los patios, ni el mejor de los edificios. Lo importante son vuestras risas, lloros, ilusiones y esperanzas que un día impregnaron sus paredes y que hoy siguen resonando en las generaciones que habitan esta casa. Vuestra vida, amasada entre cemento y ladrillo es lo que da valor a estas paredes. Podremos cambiar la pintura o redecorar las paredes, pero nunca podremos (ni queremos)tapar vuestros recuerdos, la gotas destiladas de vuestro corazón. Gracias por llenar de sentido unas paredes que sin vosotros sólo serían un edificio más, y 50 años un frío número de nostalgia. Gracias realmente a vosotros que en el día a día, en el tajo duro y apasionante de la vida estáis abriendo nuevos surcos y ampliando horizontes. Gracias porque dais sentido a la vocación de muchos salesianos que, humildemente, nos gusta soñar locuras como el loco Juan Bosco.
Perdón por no saberlo decir mejor pero, casi siempre, la palabra no sabe dibujar lo que le dicta le corazón.
Un abrazo.
Gracias a este último comentario de un Salesiano afincado en Ibi. Efectivamente, si hacemos alguna que otra "locura", es con mucho inspirados en aquel genial "loco" que fue San Juan Bosco, y que se empeñó en ir contra corriente, para sacar de la calle, de la pobreza y del abandono a muchos niños de la calle, enfrentándose en su época a las autoridades, a la incomprensión de parte de la sociedad, de la iglesia e incluso de sus propios compañeros sacerdotes.
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