Bendita infancia...

Imagen del Senador Palpatine presidiendo el Senado

Este fin de semana andaba repasándole a mi hijo la lección de la asignatura de Conocimiento del medio. El tema en cuestión era nuestra organización como Estado y las diferentes instituciones de gobierno. El congreso, el senado, las comunidades autónomas, etc...

En contra de lo que mucha gente pueda pensar, en casa prácticamente no hablamos de política, sería hasta marciano con niños de 8 y 10 años. Y de hecho, hasta hace relativamente muy poco tiempo, mis hijos no sabían que era eso de que su padre fuera concejal de su pueblo, ni mucho menos qué es lo que hacía. Ahora, el mayor, alguna vez me pregunta qué hacemos en un pleno. Cuando concluyo alguno de ellos, he de reconocer que ni yo mismo lo sé, valga la ironía.

Pero fíjate tú por dónde, que ayer por la tarde, repasando el dicho tema del organigrama del Estado español y las lógicas preguntas de un niño de 10 años, el cine vino a salvarnos la papeleta. Mi hijo me preguntaba qué era un Estado, en fin, tampoco íbamos a entrar en demasiadas disquisiciones. Hay mayores que tampoco lo entienden. De hecho a mí mismo, cuando veo las actitudes cainitas con las que nos las gastamos en este país, no sé tampoco muy bien qué es un Estado, y si algún estado define a nuestro Estado, es el estado de cabreo permanente. Pero más o menos, íbamos sorteando las dudas para hacerle entender qué significan las palabras con las que hemos decidido denominar nuestras diferentes instituciones.

Claro está, las que más le costaban de entender eran las del Congreso y el Senado. Porque claro, si le explicas que el congreso es el órgano legislativo superior de este país, y que ahí hay diputados elegidos por sus diferentes circunscripciones provinciales, ya le cuesta. Pero cuando tras hacérselo medianamente inteligible, te pregunta ¿entonces qué es el Senado papá? te desarma. Lo que el cuerpo te pide es explicarle que el Senado es un sitio que se inventaron en la transición los grandes partidos para luego poder colocar a unas 250 personas, también de sus partidos, y procurarles un retiro dorado durante 12 o 16 años de su vida, cobrando un sueldazo, acudiendo un par de veces cada quince días y disfrutar de todas las cosas que tiene Madrid.

Pero, lógicamente, tiempo tendrá para desencantarse de sus instituciones y formarse sus propias opiniones. Mi hijo, que como he dicho alguna vez en esta bitácora, ha salido tan cinéfilo como su padre y un auténtico fan de la saga de "La guerra de las Galaxias", tras mis intentos de explicación me sacó del apuro: papá, eso va a ser como lo de la Guerra de las galaxias, donde habla la Reina Amidala y hay mucha gente sentada en palcos de diferentes planetas y hablan y discuten y al final el Senador Palpatin los convence a todos y se hace el jefe.. He de reconocer que una sonrisa inundó mi rostro de oreja a oreja. Mi hijo es un crack y siempre nos quedará el cine.

P.D. Mientras los grandes partidos andan pensando que esto que ha pasado en las europeas es un problema de rostros y de cambiar de personas para salvar su "paraeta", se mantienen costosísimas instituciones como el senado que no sirven para nada y que son imposibles de explicar ya no a un niño, ni siquiera a los adultos. Pues nada, que sigan a lo suyo. Dentro de un año, una vuelta de tuerca más para cambiar este país, sus instituciones y les guste o no, una gran parte de gente que hace tiempo que viven a la sombra de una vida regalada dentro del partido y se han convertido en casta. No todos, pero sí una gran parte