Hace cosa de un par de años, organizado por la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, estuvo en Ibi dando una conferencia Gustavo Zerbino, uno de los supervivientes de la Tragedia en los Andes, plasmada en la película "VIVEN". El 13 de octubre de 1972, un avión uruguayo que llevaba 45 pasajeros a Chile, muchos de los cuales formaban parte de un equipo de rugby uruguayo, se estrellaban en la cordillera de los Andes.
Gustavo Zerbino nos recordaba cosas tan básicas como que nada es fácil, que nada se consigue sin esfuerzo y que en este contexto de crisis tenemos que esforzarnos cada día e intentar trabajar en equipo. Ellos, resaltaba, consiguieron encontrar ayuda cruzando la cordillera de los Andes sin el equipo suficiente, sin la ropa adecuada, porque no sabían que era imposible, y por eso lo consiguieron. Desde entonces, los dieciséis supervivientes se reunen al menos una vez al año, y van por todo el mundo dando conferencias y testimonio de su experiencia. Porque se empeñaron en Vivir. De cuando en cuando, nos tenemos que recordar a nosotros mismos, que empeñarse en vivir, levantarse cada mañana y decir "Mundo, ahí voy", merece la pena.
Cruz Roja y la concejalía de Medio Ambiente acuerdan emprender acciones
conjuntas para la conservación del entorno
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La concejala de Medio Ambiente, Blanca Navarro, y Cruz Roja han acordado
colaborar en diferentes acciones destinadas a conservar el entorno natural
del m...
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ResponderEliminarLa adversidad como oportunidad.
ResponderEliminarConocí la historia de estas personas y no me dejó indiferente. Era muy jóven, pero recuerdo perfectamente cuando escuché en el Telediario que habían aparecido los supervivientes. Es de esas cosas que marcan un antes y un después.
Y el mensaje, pese a que han pasado 30 años, sigue igual de vigente: la primera regla de cualquier manual de supervivencia es aceptar la realidad tal y como es y no como nos gustaría que fuese (y en política también).
Yo también estuve en esa conferencia. Más allá del testimonio, ciertamente impresionante, lo que verdaderamente logró este hombre fue transmitir sentimientos positivos. No sobrevivieron unos cualquiera. Eran una élite, deportistas, pero sobre todo élite en cuanto a calidad humana. Y eso se nota en todo lo que ha venido después. Demasiadas veces nos instalamos en la autocomplacencia o en la autocompadecencia, peor todavía. Zerbino y el resto de supervivientes nos recuerdan que hay que luchar y que hay que valorar lo que tenemos
ResponderEliminarRamón