Atrapados en el tiempo

Cuando uno acude a determinadas comisiones informativas en el Ayuntamiento, tiene la sensación de estar como Bill Murray en la excelente comedia "Atrapado en el tiempo", donde día tras día se despierta con una canción de Bob Dylan y revive inexorablemente el día de la marmota.

Especialmente grave esesta circunstancia en asuntos que llevaba el anterior concejal de hacienda, el quíntuple imputado Miguel Ángel Agüera del que, por cierto, fuentes bien informadas me cuentan que anda buscando soluciones laborables y que su "acomodo" en esta población, al menos, está más que complicado. Tendría guasa que después del show de su dimisión-cese forzado por las circunstancias nos acabemos enterando de que está cobrando prestación por desempleo. Máxime porque no me apetece ni un pelo que este señor cobre ni un sólo céntimo de los impuestos de los ciudadanos sin que le corresponda.

Cotilleos a parte, el panorama en algunas cuestiones, un año y un mes después de iniciarse la legislatura es más que desolador. El museo sigue con el problema de "la alarma", que al parecer debe de ser como la de Fort Knox, la fortaleza donde guardan los estadounidenses sus reservas de oro. La alarma es la excusa perfecta para seguir atrasando sine die la reapertura de un museo que ya lleva demasiados años cerrado y que cada semana buscan los escasos turistas que nos visitan. La búsqueda de patronos, con una alcaldesa deslegitimada para reunirse de manera medianamente seria con nadie, parece una utopía. El otro día nos enterábamos por la prensa, de que la diputación ha colaborado con la "friolera" de 3.000 euros. Sí, sí, la misma diputación que ha pagado más de cuatro millones de euros por el museo de bomberos en la vecina localidad de Alcoy. Con esos tres mil euros no sé si pagaremos los enchufes de la alarma, o directamente papeleras. Ni las migajas nos dan para la inversión del museo que llegó a ser el segundo más visitado de la Comunidad Valenciana y que cuenta con un potencial para atraer turismo familiar que para sí quisieran otras localidades. Tantos años esperando la autovía, que ahora que por fín estamos medianamente bien comunicados por carretera, pasó la época de las inversiones. Si no nos ayudaron cuando el centenario del Juguete, en plena cresta de la ola de la burbuja inmobiliaria, ahora podemos esperar sentados.

Por otra parte, el polígono industrial NP I7, junto a la depuradora, nos lo dejó el Migue empantanado, con presuntos chanchullos de por medio, con una urbanizadora, INTERSA en preconcurso de acreedores, y con todos los trámites administrativos y burocráticos en pañales. Así tenemos una mercantil que quiere comprar suelo en la población para hacer una fortísima inversión que generaría empleo y riqueza, y un Ayuntamiento que lleva más de un año sin desatascar ni dar salida a este suelo industrial. Todo un prodigio de eficiencia en los tiempos que vivimos. Sería para apiolar a todo el equipo de gobierno si se deja pasar esta oportunidad.

Del tema de la exhibición de las facturas pendientes de las Visas, hemos entrado en un bucle de difícil solución. Personalmente ya huele, pero seguiremos insistiendo, aunque personalmente hay temas que me preocupan bastante más. Y los presupuestos. ¿Cómo es posible que haciendo más de un mes que cuentan con los apoyos suficientes sigamos sin tener fecha para el pleno? Comienzo a pensar que ya les va bien con los presupuestos prorrogados, porque de lo contrario no se entiende nada. Y bueno, esto es Ibi a 23 de julio. Claro está, con España yéndose a hacer puñetas por el retrete, quizás los problemas de una pequeña localidad del interior de Alicante parezcan cuestión menor, pero son los que más nos afectan, y los que más deberían de ocupar, también al equipo de gobierno.