La rotonda de Mr. Marshall

AMERICANOS: "Bienvenido Mr. Marshall"

Ayer día 2 de enero tenía lugar la ¿¿INAUGURACIÓN??, de la Rotonda del Pozo de nieve, que regula el tráfico entre la Avenida Juan Carlos I y la Avenida de la provincia. La alcaldesa nos anunciaba este gran evento en el pasado pleno y trataba de justificar esta postrera inauguración (7 meses después de su puesta en funcionamiento), poniendo como excusa que se quería contar con el colectivo dels Geladors, dado que en el mes de mayo estaban en plena faena. Como siempre, para justificar actuaciones que carecen de toda justificación, mete por medio a un colectivo trabajador y emprendedor que nada se sabe de inauguraciones y ninguna culpa tiene de las ocurrencias de nuestra primera edil. Desconozco si definitivamente se produjo o no la inauguración, ya que a estas alturas de la película, hay cuestiones que no comparto y de las que no pienso formar parte. Y menos después de seis años esperando para el centro de Día.

Más allá del hecho de seguir haciendo políticas del siglo XIX, ya que esto de las inauguraciones, el corte de cinta, la charanga hispana y el país de pandereta está más pasado que las maracas de Machín, lo que verdaderamente me llama la atención es que la alcaldesa sigue creyendo que todo esto le va a funcionar. Vuelve a intentar convertir esta legislatura en una carrera de fondo donde poco a poco, con la utilización del populismo, la propaganda, el abuso de los medios de comunicación y el dinero público, conseguirá recortar los miles de votos que perdió y volverá a obtener la mayoría absoluta. Eso, en lugar de plantearse la legislatura actual con un único reto principal: sanear las cuentas municipales y tratar de que los servicios que competen al ayuntamiento se presten con un mínimo de eficiciencia, rigor, dignidad y criterios de austeridad en el gasto público.

Aunque parezca mentira, en una población en la que los pasos de cebra no se pintan desde no se sabe cuándo, donde el alumbrado público ha vivido un auténtico cuento de "Carpanta", donde las infraestructuras museísticas que deberían de procurar visitantes y atractivo turístico a nuestra ciudad están cerradas "sine die", donde el Estadio Climent permanece abandonado a su suerte, o donde el Centro de Día no se abre y el Asilo de San Joaaquín no cobra, una semana antes de esta curiosa inauguración, se pintan los pasos de cebra y las señalizaciones que hay en un radio de 25 metros cuadrados alrededor de esta rotonda, mientras que todo el resto sigue exactamente igual. Es que de verdad, si hay un cielo del surrealismo sin duda es Ibi, y Berlanga debe de estar alojado en Santa Lucía y Miguel Gila en San Miquel. Es una auténtica vergüenza.

Pero nada, en la comunidad dondelos ciudadanos soportamos el bochorno diario de ver a nuestro expresidente juzgado por trajes y los chanchullos derivados, donde no cobra ni el tato, donde las entidades financieras valencianas han sido arrasadas con la complicidad y por las actuaciones de nuestros gobernantes, que en Ibi inauguren una simple rotonda a deshoras y otra vez más haciendo el más espantoso de los ridículos y tomando el pelo a la ciudadanía, es eso, pecata minuta. Porque al final, una rotonda es simplemente eso, un pedazo de mobiliario público para regular el tráfico, un poco más grande que un semáforo, eso sí. Pues ala, a seguir inaugurando mientras el pueblo y sus servicios públicos se deshacen por las costuras.