y aquello reventó...

Nos cuentan, nos dicen, nos comentan, que hace pocos días mientras el grupo de coros y danzas hacía unas pruebas en el teatro Río, literalmente los equipos de sonido pegaron un petardazo. Conforme a mí me lo cuentan es más elocuente y fácil de comprender "pegó el pedo" nos contaban textualmente.

Las prisas por poner en marcha una instalación que se ha tenido parada más de tres años con el único propósito de hacer coincidir su puesta en funcionamiento con la precampaña electoral, traen estas cosas. Las prisas y alguna otra cosa más que se irá viendo y destapando, cómo es el hecho de que, a pesar del multimillonario coste y de los tres millones de euros de sobrecoste, las deficiencias en la instalación son múltiples y variadas. Habrá que ver dónde se ha ido entonces el dinero.

Todos estamos viendo, y seguiremos viendo por muchas semanas (o meses) que aquéllo sigue funcionando con un grupo electrógeno. Sin embargo, ahora nos anuncian que se va a traer un musical de los denominados de "gran formato", con un precio de entradas también de "gran formato" 47 euros la más barata, y que se pretenden programar nada menos que 7 funciones, que con la capacidad del Teatro, supondría que 5600 personas de nuestra localidad tuviesen la ocasión de verlo. Dicen los gurús del liderazgo y la economía que la planificación es un 90% del éxito. Algo así debe de estar pensando el concejal de cultura y todo el personal del área al que no se le ha hecho ni puñetero caso en la realización de la obra más cara de la historia de Ibi y que se supone, debería de haber contado con el asesoramiento de este área principalmente.

El concejal de cultura debe de estar flipando en colores, cuando en los últimos tres años ha visto disminuído su presupuesto y ha tenido que hacer en más de una ocasión una programación de circunstancias, viendo languidecer la afluencia de público y devaluada un área que, en una programación donde todos coincidimos en la falta de alternativas de ocio, la inversión en cultura habría sido fundamental. Sin embargo, ahora alguien del ayuntamiento que no es responsable de ese área, se ha ido directamente a la compañía productora y ha hecho coincidir, ¡oh maravilla! siete funciones de uno de los musicales españoles de mayor éxito, con el fin de semana de elecciones, jornada de reflexión incluída. Ese musical, que no les quepa duda, no viene gratis. Ese espectáculo, no puede realizarse en el Teatro en las actuales condiciones salvo que alguien termine deprisa y corriendo el plan de evacuación, garantice que el sonido y la potencia eléctrica van a ser suficientes, certifique el final de obra e incluya la cobertura del seguro correspondiente.

En el último pleno se nos dijo en cuanto al plan de evacuación que "estaban en ello" (sorprendente cuando ya llevan varias actuaciones metiendo a cientos de personas), que el final de obra lo había certificado el propio arquitecto redactor del proyecto y que ha cobrado más de setenta millones de pesetas en honorarios, en cuanto al seguro, que contrataban uno diferente para cada espectáculo y no sé cuantas mentiras más. Y por último, contratar este musical, que estamos pendientes de que nos expliquen qué va a costar, irá a cargo de partidas presupuestarias (del área de cultura probablemente) a las que dejarán el resto del año "tiritando" y programando imaginamos algo así como el NO-DO. ¿Dónde está ahora el famoso criterio para llevarse fin de semana sí y fin de semana también a gente fuera de Ibi, porque hay espectáculos que no podemos traer aquí? ¿Qué será lo próximo, la fórmula 1 en el Alamí? Vivir para ver. Eso sí, si estos siguen cuatro años más, esto revienta.