Qué vergüenza...

Nanas de la Cebolla (interpretada por Joan Manuel Serrat)

Ayer publicaba el diario INFORMACIÓN la noticia con el siguiente titular "La Diputación de Jaén compra el legado de Miguel Hernández por 3 millones de Euros". Y así, de esa manera tan triste se marchaba el legado del más insigne poeta Alicantino, después de fallecer preso en la cárcel de Alicante, ahora los gobernantes de esta comunidad y de esta provincia, permiten que su legado no descanse en su tierra. Pinchando AQUÍ podéis acceder a la noticia completa.

En esta comunidad, donde se ha malbaratado dinero y hacienda, donde solamente el sobrecoste del Palau de les Arts, una obra presuntamente cultural y ciertamente especulativa en la que se forraron cuatro o cinco, ascendió a 250 millones de euros. Donde el delincuente condenado Carlos Fabra, expresidente de la diputación de Castellón, inauguró un aeropuerto sin aviones que ha costado más de 170 millones de Euros. Donde hemos pagado una Fórmula 1 exclusivamente para que Camps y Rita Barberá asegurasen sus mayorías absolutas, pagando las gradas y todos los servicios al triple de precio de mercado y donde ahora se descubre la cantidad de empresas pantalla, incluido Valmor, que no eran más que un montaje para camuflar más y más derroche y sobrecostes.

En esta provincia, cuna de Miguel Hernández, donde están imputados el expresidente de la diputación, la misma alcaldesa de Alicante y el exalcalde Díaz Alperi. Y si nos vamos a la propia ciudad de origen de Miguel Hernández, Orihuela, donde cuatro de los últimos 7 alcaldes de esa ciudad están imputados o condenados por malbaratar, abusar y malversar dinero público en sus diferentes vertientes. Para todo lo anterior ha habido dinero, recursos, coches oficiales. Para mantener cargos y carguillos de confianza. Para Ciudades de la luz en las que no hay más que derroche y oscuridad había dinero a espuertas. Para mantener una autonomía corrupta hasta el tuétano de la que la provincia de Alicante es el máximo exponente.

Hoy siguen haciendo falta poetas y mentes preclaras de corazón sincero y palabra pura como el gran Miguel Hernández. Que denuncien la injusticia y que den la vida por defender sus ideas. Hoy como alicantino y como español siento asco y vergüenza de ser ambas cosas y me rebelo contra tanta mediocridad y tanta injusticia. Hoy, en la era de internet, de la documentación digitalizada y del acceso a toda la información, seguro que sale algún gilipollas diciendo que la familia pedía demasiado dinero por su legado y que antes son los dependientes, la sanidad y la educación, mientras cada día hunden todos estos sectores con sus actos y sus latrocinios. Y cuando escupan esas palabras todavía no se envenenarán de tanta hediondez y tanta podredumbre a la que tienen acostumbrado el paladar. Siempre nos quedará la cultura, la memoria y la poesía de Miguel Hernández, pero cuánto daño están haciendo algunos y algunas.

Resonarán ahora, más tristes y melancólicos que nunca, aquellos versos del poeta en su elegía a Ramón Sijé

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento...