Publicaba ayer el diario Levante la noticia con el siguiente titular "Halloween deja Valencia que da miedo". Pinchando AQUÍ podéis acceder a la noticia completa. No voy a entrar en valoraciones sobre la tradición de Halloween y del gustillo con que la hemos acogido en España, más allá de que, salta a la vista, en este país todo lo que suene a fiesta y a cachondeo triunfa. Máxime si se da una climatología tan favorable a pesar de ser principio de noviembre que ha ayudado a que la gente salga aún más si cabe.
Lo que me llama la atención son las consecuencias en una coyuntura en la que no oimos hablar de otra cosa más que de la crisis, la cantidad de parados, la merma de ingresos de las familias y lo mal que está todo. En ese contexto, nos encontramos con noticias como ésta en la que asistimos, como si fuera algo normal, al hecho de que en la ciudad de Valencia y tras la noche de Halloween se hayan tenido que recoger 8 toneladas de basura por los servicios municipales de limpieza. ¡8 TONELADAS! Lo anterior llama la atención porque al final, la basura procede del consumo en exceso y mal entendido que se traduce en incivismo. Restos de vasos, de botellón, de disfraces y de mugre en general. Que como vamos pedo, pues todo vale.
Un amigo mío me comentaba un día que en la actualidad, los jóvenes -y los no tan jóvenes- tienen algo así como 50 nocheviejas al año, en alusión a que antiguamente -qué viejo me estoy haciendo- el día de Nochevieja era como el "extra", la noche que, junto con las fiestas mayores, uno salía hasta altas horas de la madrugada y hacía el "exceso" del año. Ahora, paradójicamente, el hecho de prolongar las horas de salir, literalmente se ha cargado el ocio nocturno. Es de cajón. Si la gente queda a las 1 o las 2 de la madrugada, por la tarde noche no hay ambiente en ningún lado y todo se alarga. El resultado, a la vista está, cada vez menos ambiente y cada vez menos sitios donde ir, al menos hasta tan tarde. Allá cada cual. La marcha que conocimos en Ibi en los 80 y los 90 no volverá, entre otras cosas, porque entonces se salía mucho más pronto, la gente quedaba un sábado por la tarde y a las 7 de la tarde todos los pubs estaban ya a rebosar. Lo que acabó provocando el cierre de los bares del casco antiguo, a parte del cambio en las costumbres y el hartazgo de los vecinos, fue el alargar cada vez más los horarios y la exigencia, como consecuencia de lo anterior, de normativas más restrictivas.
Lo que de verdad me llama la atención es que, en este país, nos sigue dando todo exactamente igual. Que se tira un vaso al suelo, pues ya vendrá detrás alguien que lo limpie, porque somos un país rico y podemos con todo. Pues a la vista está el vivir como nuevos ricos y derrochadores de todo a dónde nos ha llevado. No es normal que tras un sábado de marcha los servicios de limpieza tengan que recoger 8 toneladas de basura. Al final, no solamente será inviable, sino que nos lo cargaremos todo. Y entonces sí que dará miedo....Es muy sencillo, el importe dedicado a limpiar los resultados de una noche de excesos, es dinero que se tiene que quitar de cosas tan esenciales como el transporte público, los servicios sociales, etcétera, etcétera
Lo que me llama la atención son las consecuencias en una coyuntura en la que no oimos hablar de otra cosa más que de la crisis, la cantidad de parados, la merma de ingresos de las familias y lo mal que está todo. En ese contexto, nos encontramos con noticias como ésta en la que asistimos, como si fuera algo normal, al hecho de que en la ciudad de Valencia y tras la noche de Halloween se hayan tenido que recoger 8 toneladas de basura por los servicios municipales de limpieza. ¡8 TONELADAS! Lo anterior llama la atención porque al final, la basura procede del consumo en exceso y mal entendido que se traduce en incivismo. Restos de vasos, de botellón, de disfraces y de mugre en general. Que como vamos pedo, pues todo vale.
Un amigo mío me comentaba un día que en la actualidad, los jóvenes -y los no tan jóvenes- tienen algo así como 50 nocheviejas al año, en alusión a que antiguamente -qué viejo me estoy haciendo- el día de Nochevieja era como el "extra", la noche que, junto con las fiestas mayores, uno salía hasta altas horas de la madrugada y hacía el "exceso" del año. Ahora, paradójicamente, el hecho de prolongar las horas de salir, literalmente se ha cargado el ocio nocturno. Es de cajón. Si la gente queda a las 1 o las 2 de la madrugada, por la tarde noche no hay ambiente en ningún lado y todo se alarga. El resultado, a la vista está, cada vez menos ambiente y cada vez menos sitios donde ir, al menos hasta tan tarde. Allá cada cual. La marcha que conocimos en Ibi en los 80 y los 90 no volverá, entre otras cosas, porque entonces se salía mucho más pronto, la gente quedaba un sábado por la tarde y a las 7 de la tarde todos los pubs estaban ya a rebosar. Lo que acabó provocando el cierre de los bares del casco antiguo, a parte del cambio en las costumbres y el hartazgo de los vecinos, fue el alargar cada vez más los horarios y la exigencia, como consecuencia de lo anterior, de normativas más restrictivas.
Lo que de verdad me llama la atención es que, en este país, nos sigue dando todo exactamente igual. Que se tira un vaso al suelo, pues ya vendrá detrás alguien que lo limpie, porque somos un país rico y podemos con todo. Pues a la vista está el vivir como nuevos ricos y derrochadores de todo a dónde nos ha llevado. No es normal que tras un sábado de marcha los servicios de limpieza tengan que recoger 8 toneladas de basura. Al final, no solamente será inviable, sino que nos lo cargaremos todo. Y entonces sí que dará miedo....Es muy sencillo, el importe dedicado a limpiar los resultados de una noche de excesos, es dinero que se tiene que quitar de cosas tan esenciales como el transporte público, los servicios sociales, etcétera, etcétera
Más claro, agua. Varios amigos míos extranjeros han flipado con este tema cuando han venido a España. Y eso que son de paises con tradición de unos servicios públicos excelentes, pero jamás han entendido el desprecio que tenemos en España, y especialmente en zonas como la nuestra, por lo público. El destrozo de mobiliario público, lo que ensuciamos o, como en Ibi, el hecho de que estén todos los portales llenos de basura en lugar de con contenedores como en prácticamente toda Europa,incluida España. Eso sí, seguimos teniendo mucha marcha
ResponderEliminarRamón
Es doblemente del género tonto. Primero porque ensuciar gratuitamente para luego tener que pagar por que limpien es de tontos. Y segundo porque efectivamente, quedar a la 1 de la madrugada se ha cargado la marcha. Si uno sale un sábado a las 5 o a las seis de la tarde, a las 2 de la mañana ha tenido marcha más que de sobra y quien quiera alargar más, pues ya se sabe, discotecas habilitadas para ello. No hay más que ver los cascos antiguos de los pueblos y ciudades. Donde queda algo de marcha es solamente en grandes ciudades y por la aglomeración de gente. El resto, se acabó, como decía María Jiménez en su canción
ResponderEliminarOCIÓS
Vivim a una societat hon hi ha molta gent bona, pero també hi ha un bon grapat de gent incívica i pudenta, que passa de tot i que se l'in fot tot. Quan pague impostos no més em sap mal per aquesta gent que no es mereix ni un centim del que reben.
ResponderEliminarJordi
Suscribo tus opiniones. Siempre me ha llamado la atención el desprecio de mucha gente hacia lo público. Ocurre hasta en las comunidades de vecinos, donde el portal o la escalera o el ascensor están hechos unos zorros, pero cuando se pasa la puerta de cada vivienda todo está inmaculado. Es incivismo, y no tiene ideología.
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