Ayer hubo pleno...

Gráfico: Torre de BABEL

A las 0:22 horas de la madrugada de hoy, ha terminado un pleno que había dado comienzo a las 19 horas del día anterior, o sea, de ayer lunes. Creo que hemos vuelto a batir record y, sinceramente, más allá del hecho de que no habíamos tenido pleno ordinario desde el 22 de julio y había muchos temas que tratar, los portavoces deberemos de ser capaces de consensuar el formato y duración de los plenos. Al final, cuando uno lleva cinco horas discutiendo -en algunos temas con bastante intensidad-, cuando es hora más de dormir que de estar debatiendo y con la tensión propia de la exposición pública que conlleva la política, todos podemos elevar más el tono y agriar la discusión de un modo que no se produciría en otro contexto.

Dicho lo anterior, comprenderéis que me sea imposible resumir todo lo tratado, por lo que destacaré un par de cuestiones. Como ayer explicaba que iba un punto del orden del día en el que pedíamos al Consell que dejara sin efecto los recortes a las escuelas de música de la Comunitat Valenciana, justo es explicar el desenlace. Como había adelantado, en la comisión de cultura donde se aprobó este punto, dos concejales del partido popular votaron conjuntamente con la oposición y otros dos se abstuvieron. El colofón para mi no fue inesperado, pero sí decepcionante. Abel Martínez, como concejal de juventud y sobre todo, como músico, defendió que habían votado en comisión a favor a la vista de la moción del partido socialista y conforme a los datos que allí se exponían. Sin embargo, luego leyó (y dio por bueno) un documento con datos cosecha de su propio partido, donde según nos manifestaba a todos, las escuelas de música no solamente no han padecido recortes, sino que se han mejorado las ayudas y se han solucinado y atendido todos los pagos pendientes. Dicho documento reproducía las declaraciones de Serafín Castellano, conseller del PP. Sinceramente, uno tenía la -inocente- esperanza, de que concejales nuevos que según nos manifiestan quieren sumar y que "pasan" de políticas partidistas, tuviesen el suficiente criterio propio para desmarcarse, aunque fuera puntualmente, de la doctrina de partido. A la vista está que al final, el que se mueve no sale en la foto. Lo siento, pero es la impresión que me da.

Ahora, como le dije ayer al concejal y a sus compañeros, pueden optar por fiarse de todo lo que le digan sus compañeros que llevan ya para veinte años metidos a fondo en esto de la política y son profesionales del tema, y por decir "amén" a todo lo que les vayan poniendo por delante en lo que queda legislatura. Ese camino es conocido y sabemos a dónde llevó a muchos concejales la pasada legislatura y ahora lamentamos muchas decisiones que no habrían salido adelante si algunos concejales no hubiesen tragado con todo lo que les ponían delante. Es algo así como dejarse llevar por el lado oscuro de la fuerza. Yo les aconsejaría escuchar a los colectivos afectados. Porque con ese papel que nos leyó, que se vaya ahora a las escuelas de música que padecen recortes y les diga que todo está arreglado. Ya verá lo que le cuentan. Por cierto, Juan Valls votó con toda la oposición este punto, una de cal.

En segundo lugar, los grupos políticos llevamos una moción para reprobar la actuación de los anteriores responsables de urbanismo, en relación con el tema de la urbanización del Alamí y, en concreto, con la decisión de colocar una torre de Alta tensión de manera "provisional" en medio de la vía pública, incumpliendo lo que dice el proyecto de la promotora la ley y el Plan General de ordenación urbana. El debate en este punto duró más de hora y cuarto y no cabe en esta entrada ni el resumen. Sólo explicaré el desenlace, la oposición perdió la votación porque aquí Juan Valls se abstuvo y, lamento decirlo de todo corazón, dio la de arena. Lo siento mucho, pero ser compañero de viaje y asumir tareas de gobierno con compañeros que tienen un lastre de mala gestión, y maniobras poco transparentes en áreas como urbanismo tiene estas cosas. Y en esto había una posibilidad de poner las cosas en su sitio, al menos en la exigencia de responsabilidades a Miguel Ángel Agüera, que ha dejado un lastre de desastre por todas las áreas donde ha pasado. Quizás por esa decisión de Juan Valls, la alcaldesa se envalentonó y dijo al final del pleno cosas que no habría dicho de no sentirse plenamente respaldada. Eso, no es lo que votó el pueblo. Si con diez el pp hace lo mismo que con trece, mal vamos y acabamos de comenzar. Eso sí, los once que se pronunciaron en contra de esta moción, serán los que tendrán que explicar a la ciudadanía y a los directamente afectados esa, y otras muchas cuestiones