Políticos y transparencia

El pasado mes de noviembre, se publicó en el DIARIO OFICIAL DE LA GENERALITAT VALENCIANA el decreto por el que se regulan las declaraciones de actividades y de bienes de los miembros de las corporaciones locales de la Comunitat Valenciana. Podríamos decir mejor, que se introduce una novedad en dicha obligatoriedad, ya que todos los concejales, cuando accedemos a nuestro cargo y tomamos posesión del acta de concejal, tenemos la obligación de rellenar un formulario donde ya hacemos dicha declaración. Declaración que debe de volverse a efectuar al concluir la legislatura. Dicha declaración, hasta ahora, quedaba bajo la custodia del Secretario del Ayuntamiento y no era pública

Lo que ahora se pretende, con esta nueva regulación, es que la declaración de bienes y actividades de los concejales se publique en el boletín oficial de la provincia. Un servidor, tanto en la pasada legislatura como en la actual, hizo una declaración completa y exhaustiva, sin omitir nada absolutamente. Tampoco poseo demasiado y, como la mayoría de los españoles, las escasas propiedades que poseo las tengo "a medias" con las entidades financieras. Así que, dentro de poco, cualquier ciudadano podrá acceder en el boletín oficial de la provincia al patrimonio de los concejales. Imagino que dicho acceso será con restricciones, omitiendo domicilios y cuestiones por el estilo. Pero más transparencia y más control para con los representantes públicos de las entidades locales estoy seguro que no viene mal. Esperemos que todos cumplan con diligencia.

Ahora bien, de poco servirá que los concejales hagamos públicos nuestros bienes y actividades, cosa que por otra parte en una población de tamaño pequeño o medio es "vox populi" y que hoy en día es de acceso para cualquiera acudiendo a los registros oficiales (de la propiedad y mercantil), si luego los ayuntamientos no hacen gala de esa misma transparencia. Me explico. La Sindicatura de cuentas de la Comunidad valenciana, acaba de sacar varias tarjetas amarillas y ya veremos si también rojas al Ayuntamiento de Ibi precisamente por hacer maquillaje contable, escamoteando en su debe el precio del parque de Giravella. Es decir, por no ponerlo claramente en sus cuentas como una deuda para así arreglar la paraeta y poder seguir pidiendo créditos millonarios que endeuden al Ayuntamiento de ibi y a su población por muchos años. Así, en el año 2014 la empresa podrá reclamarnos a todos los ibenses los casi tres millones de euros que nos costó, y al migue ya su colegui que les echen un galgo.

O por ejemplo, tampoco sirve de nada que los concejales hagamos público nuestro patrimonio, si luego a la hora de adjudicar contrataciones públicas, el gobierno de turno hace uso y abuso del contrato negociado y sin publicidad, que es un eufemismo para denominar la contratación "a dedo", el cual ha sido objeto de uso masivo por los actuales gobernantes y denunciado públicamente como la Sindicatura de Cuentas. O por último, y por no hacerlo muy largo, tampoco sirve de nada que hagamos público nuestro patrimonio, si luego en el noventa por ciento de las obras municipales hay sobrecostes millonarios. ¿cuál es la finalidad de esos sobrecostes reiterados, sin justificación y casi siempre con las mismas empresas?. Eso no aparece en los registros públicos y nadie nos chupamos el dedo. Pues eso