De todos los días del año, recuerdo con especial intensidad y sin duda como el recuerdo más bonito de mi infancia, la noche de Reyes en Ibi. Este pueblo tiene cosas a mejorar, sin duda. Pero tiene cosas buenas, magníficas diría yo. Una de ellas es el esfuerzo y el trabajo de mucha gente que ahora y antes, han realizado una tarea impagable para que la ilusión de los niños sea verdaderamente mágica.
Hoy a las 18 horas, el Heraldo de sus majestades los reyes Magos de oriente, acompañado de los pajes, entrarán en Ibi y pararán durante varias horas en la Plaza de los Reyes Magos. Y miles de niños de Ibi y de varios puntos de la provincia, podrán depositar su carta repleta de ilusiones y esperar al día de mañana. Mis hijos hace semanas que me preguntan prácticamente a diario. ¿Cuánto falta papá? Y vamos descontando días. Y vamos esperando. Y rezo para que esa ilusión permanezca durante el mayor tiempo posible y para que también sepan transmitirla en el futuro a los que les rodeen.
Pero para que todo eso funcione hace falta una maquinaria bien engrasada. Un grupo de personas que todo el año pero espialmente en los últimos meses, estén trabajando y dedicando parte de su tiempo a organizar todo esto. Para ello nos necesitan a todos arrimando el hombro cada uno hasta donde pueda. Pero sobre todo transmitiendo esa ilusión y haciendo partícipes a nuestros hijos de ella. Ser socio de la Asociación de Reyes Magos es mucho más que contribuir con una cuota. Es colaborar en que la ilusión perdure y viva en los corazones de nuestros hijos y en los nuestros propios. En un mundo en el que el pragmatismo y lo material demasiadas veces prevalece por encima de los sentimientos, vale la pena ayudar a los Reyes Magos a que mantengan viva esa ilusión. Yo iré a llevar a mis hijos a echar su carta, y con ellos va la mía. Pido nada más y nada menos, mucha salud y mucho trabajo. Paz, justicia y solidaridad. De todos nosotros depende un poco que parte de los sueños se cumplan.
Uno de los días grandes de Ibi. Para muchos también ha sido el recuerdo más bonito de nuestra infancia. Vengo cada año desde Madrid para revivirlo con mis hijas.
ResponderEliminarJ.
Me sigue haciendo tanta ilusión esta fiesta como cuando era niño. Sí a los Reyes Magos. Sí a la ilusión.
ResponderEliminarJORDI
Y hablando de juguetes, me acabo de enterar que los juguetes que se recogieron en la Casa de la Cultura supuestamente para Haití, no se han enviado todavía, porque ha nadie se le ocurrió que el container para mandarlos costaba un dinero y no poco, ahora resulta que están en una fábrica almacenados aquí en Ibi y por lo visto no van a llegar a su destino "HAITI" ahora dicen que si los podemos repartir nosotros aquí en Ibi a la gente más necesitada... ¿entonces todo aquello fue una PANTOMIMA? ¿nos han vuelto a engañar una vez más? HASTA CUANDO VAMOS A SOPORTAR A ESTA GENTE QUE NOS DESGOBIERNA YA ESTA BIEN...A LA CALLE EL PP YA
ResponderEliminarDesconozco lo que el último comentario anónimo refiere sobre la campaña de Haití y su destino final. Trataré de informarme sobre lo sucedido. Aunque la entrada de hoy era eminentemente positiva he publicado el comentario porque observa las mínimas normas que se exigen en este blog par ala publicación de comentarios. No obstante, quiero pensar que si se recogieron con la finalidad de enviarse a Haití, ese será sin duda su destino final y se salvarán los hipotéticos problemas o gastos que pueda haber
ResponderEliminarGrácies per parlar d'una festa que per damunt de tot es il.lusió. I grácies a tots i totes els que treballen per mantindrela. Que vinguen carregats
ResponderEliminarTÓFOL
La historia que cuenta el comentarista anónimo no parece descabellada. Vaya por delante que no conozco la realidad de lo sucedido, pero lo que cuenta tiene su lógica, pues no es la primera vez que pasa. La ayuda a países desfavorecidos tiene sus paradojas y ésta es una de ellas. Hace tiempo que las ONG's se dieron cuenta que llevar comida o ropa o material escolar desde España, por ejemplo, al Sahara, resultaba muchísimo más caro que comprar esos mismos abastecimientos en Argelia, pues el coste del transporte era muchísimo menor. Pero claro, para todo hay que pensar y estudiar y, a veces, la política juega únicamente con los sentimientos.
ResponderEliminarYo recuerdo como si fuera ayer, cuando en casa de mis padres eramos pequeñas y ibamos todas las mañanas a ver el belén y..... sorpresaaaaa se iban acercando al portal a dejarle el incienso,mirra y oro. Muchisimos años despues hago yo lo mismo con mis hijos. Ver la cara de emoción de ellos cuando ven que los reyes magos se van acercando al portal,es el mejor regalo que puedo tener. Besos y que esa inocencia no la perdamos nunca.
ResponderEliminarRecuerdo de pequeño cuando me regalaron una ambulancia a 600 kilometros de aquí y paradojas de la vida cuando vine a este pueblo entre a trabajar donde las fabricaban,hay que ver las vueltas que dan los Reyes Magos.Espero que este año nos traigan ilusión y ganas de cambiar las cosas.
ResponderEliminarechad un vistazo a esto y a ver que os parece:
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