Lo volvió a hacer (con el dinero de todos)

(La conspiración de la que ayer por la mañana acusaba Miguel Ángel Agüera en los micrófonos de la emisora municiapal, tenía tan poca consistencia como sus argumentos, que el propio fiscal jefe ya ha decidido remitir toda la causa al Juzgado decano de Ibi, pedir secreto de sumario y la imputación de José Antonio Onsurbe por un presunto delito de cohecho. La conclusión es que, mientras ellos se graban, son ellos los que presuntamente cometen delitos, la culpa la siguen echando a los demás y utilizando a la televisión y la radio pagadas por todos para verter mentiras. Pero esto ya no tiene arreglo, y ellos lo saben)


Lo dije hace varios meses y no me he equivocado ni un milímetro. Año antes de elecciones, y la alcaldesa vuelve a enviar a todos y cada uno de los domicilios de Ibi una carísima felicitación navideña PAGADA CON EL DINERO DE TODOS NUESTROS IMPUESTOS. No la envió en el 2007, tampoco en el 2008 ni en el 2009. No es casualidad. Quiere comenzar la campaña electoral a cargo del erario público y para eso da igual que estemos pasando la peor crisis económica desde prácticamente la posguerra. En la Navidad del año 2006 también lo hicieron. En aquella ocasión, la broma costó casi diez mil euros. En esta ocasión imagino que habrá costado algo por el estilo, salvo que hayan recurrido a las tácticas del "cóbrame más y nos lo repartimos" que hemos visto estos días en las grabaciones.

En Ibi hay más de ocho mil domicilios. Las tarjetas vienen dentro de un sobre con el escudo del Ayuntamiento de Ibi y el membrete "L'alcaldessa d'Ibi", en la parte de atrás. En la parte de delante una amistosa dedicatoria "a mis vecinos". Siguiendo con el código de buenas prácticas para eliminar el lenguaje no sexista en la administración, alguien podría haber tenido el sentido común de hacer los sobres con el membrete que pusiera "Alcaldía d'Ibi", así, servirían para alcaldes o alcaldesas. Especialmente a la vista de lo que puede suceder el próximo mes de mayo. Cuestiones lingüísticas y prácticas a parte, sigamos con el costoso capricho electoral de la alcaldesa. Más de ocho mil domicilios por tanto, más de ocho mil tarjetas con sus correspondientes sobres y las varias horas de uno o varios funcionarios (que tendrían que estar haciendo otras cosas) ensobrando tarjetitas. Además, la alcaldesa suele enviar felicitaciones a diputados y compañeros de partido. Quién sabe si también algún día nos sorprendemos con algún costoso regalo que puede haber recibido algún importante cargo a cargo del erario municipal. Así además de quedar bien con el dinero de los demás, se medra y se escalan puestos dentro del partido, que ya se sabe que no suben los más brillantes siempre, sino los que más hacen la pelota. Ser diputado o diputada no sale gratis.

Ahora, que venga a explicarle a los ciudadanos que "desde el ayuntamiento están haciendo un esfuerzo por recortar gastos". Que venga a decirles con un morro impresionante, al club Teixereta de Baloncesto, que no se quejen tanto de los 5000 euros que les deben, de la subvención prometida ¡en el año 2009!, que ya reciben bastante. Que le expliquen a los más de tres mil parados que hay en Ibi, o a los cientos de familias que tienen a todos sus miembros en paro, que gastarse diez mil euros en tarjetas de felicitación está muy bien porque la alcaldesa lo vale. O que le expliquen a las decenas de familias a las que les deniegan la ayuda a domicilio, que ayuda no tendrán, pero pueden colocarse la tarjeta encima de la mesita de noche y pensar al acostarse en que su alcaldesa vela por ellos. También podrían explicárselo a las empresas, autónomos o particulares que tienen varios vehículos y a las que la subida del impuesto el primer año de legislatura, les ha supuesto más de mil euros de incremento al año.

El otro día se lo dije personalmente a Santiago Doménech, concejal de Fiestas y Tradiciones, cuando me comentaba que este año, después de más de treinta de tradición desde la recuperación de les Festes d'Hivern, va a ser el primer año que no se va a entregar a la dansá el plato conmemorativo. Me explicaba que para ahorrar costes, lo habían sustituído por un detalle más económico. Medida que, a priori, ya le manifesté que no me parecería mal, si dieran ejemplo en todo y la voluntad de ahorrar y recortar fuera cierta. Sin embargo, ya le advertí que su alcaldesa era la primera que le iba a dejar con las vergüenzas al aire, gastándose un pastón del dinero de todos en hacer campaña electoral a costa de las arcas públicas, y que la primera sería la tarjeta de felicitación que no tardaríamos en recibir. Dicho y hecho. Ya tienen ustedes el recordatorio en casa, de la que manda y gasta. Lo más grave de todo, es que a la vista de las conversaciones grabadas al concejal de Hacienda en las que presuntamente aquí moja comisiones de cientos de miles de euros mucha gente, el colmo es que además de presuntamente trincar de las obras públicas y las contratas de servicios, tiren también de arcas municipales para hacerse la campaña gratis con este tipo de cosas.


El colmo de la desvergüenza es que, en la tarjeta que viene troquelada y todo, aparece la imagen de Santa Lucía en medio de una montañita y sin una sóla casita ni edificio alrededor, cuando pretendían acabarla de rematar con un plan urbanístico de un centenar de viviendas en edificios de cuatro alturas. Y es lo que tiene la desvergüenza, que no tiene límites. Ya les adelanto que nosotros también felicitaremos la Navidad, pero eso sí, las tarjetas las pagamos de nuestro bolsillo y, lamentablemente, no podremos llegar a todos los domicilios de Ibi y nos quedaremos en asociaciones y colectivos. Lo que sí esperamos es poder trabajar para todos los vecinos de Ibi si el pueblo nos da la oportunidad de poner un poco de órden en este ayuntamiento que ya parece la "casa de tócame Roque".