1200 millones de poca vergüenza

Venía ayer en el suplemento de economía de El Mundo, un desglose de los caprichos más escandalosos de los diecisiete gobiernos autonómicos de España que contribuyen a lastrar las cuentas del Estado con déficits escandalosos. En Europa se han hartado de nuestra actitud de "nuevos ricos" y, al igual que está sucediendo con la gestión de las cuentas de la administración central, el siguiente turno es de las autonomías y los Ayuntamientos.

Aunque aquí el señor Agüera en un par de plenos ha querido escurrir el bulto de su nefasta gestión de las cuentas municipales, diciendo que la deuda "gorda" la tiene el gobierno central, lo cierto es que el lastre insoportable en España lo tienen Autonomías, Ayuntamientos y diputaciones provinciales. Además de ser una infumable bolsa de enchufados, cargos de confianza y gente inepta colocada por doquier, triplicando y cuadruplicando puestos que nada aportan, hay cuestiones básicas que no se sostienen por ninguna parte. De todo el batiburrillo de costosos caprichos, se lleva la palma sin lugar a dudas nuestra comunidad con dos capítulos estrella. Por un lado los 600 millones DE SOBRECOSTE, de la ciudad de las Artes y las Ciencias. cien mil millones de las antiguas pesetas más de lo inicialmente previsto. "Qué bonica está Valencia". ¡No te fastidia! Así, cualquiera. Mientras tanto, la red de Teatres de la comunidad, languideciendo el sueño de los Justos. Las escuelas valencianas de música, auténtico sostén y filón cultural de nuestra comunidad, han estado años mendigando para recibir sus ayudas. Las productoras a punto de cerrar todas. Pero eso sí, los megalómanos proyectos para alimentar el vivero de votos del "cap i casal", cebándose a base de sobrecostes mientras arruinan la vida cultural y social de las poblaciones pequeñas y medianas. Todos a coger el coche y a las capitales.

Pero sobre todo, lo que supone un insulto a una comunidad que supera la media de los niveles de desempleo e ineficiencia en sectores básicos como educación y sanidad, los 1200 millones de deuda de Canal 9. Doscientos mil millones de pesetas. La más bestia de todas las deudas de las televisiones autonómicas. Para que se hagan una idea, Telemadrid, la también adiestrada y pesebril televisión que mantiene fiel el redil de Esperanza Aguirre, tiene 200 millones de deuda, que siendo una aberración, es 6 veces menos que la putrefacta, nauseabunda, patética e infantiloide canal 9. Cada vez que dan las cifras de intención de voto en la Comunidad, uno de lo que se extraña es que aún no sean superiores. Con una televisión alimentando todos los días la fidelidad al Tío Paco y a todos los amiguetes de la Red Gürtel, ¿a quién le extraña? Ibi, por ejemplo,tiene en los últimos años un presupuesto anual que oscila entre los 20 y los 22 millones de euros al año. Hagan cuentas. Solamente la deuda de la televisión valenciana es 60 veces el presupuesto de una ciudad de tamaño medio como Ibi. Por no hablar de los colegios, guarderías, residencias, centros de salud o transporte público que podríamos costearnos sin ese lastre. O de los impuestos que podrían rebajar a las familias y empresas de nuestra sufrida comunidad.

Más ejemplos. Un canal de televisión como tele 5 cuenta con 600 empleados. Hablamos de una televisión con implantación en todo el Estado y destinada a una población de 46 millones de personas. Canal 9, con un territorio donde viven 5 millones de valencianos, tiene casi 1800 empleados, tres veces más. Así, las cuentas están claras. Hay que tener alimentado y adoctrinado al fiel pesebre de votantes que cada día se desayunan con lo bueno y honrado que es Camps, y lo malo y ladrón que son Zapatero y sus gobernantes. Pues eso, que así, las encuestas salen.