El Migue, lo nuevo y lo viejo

En pleno del pasado mes de octubre, el señor Miguel Ángel Agüera, más conocido como el Migue, faltó a la verdad delante de todos los allí presentes, y delante de los miles de ibenses que pudieron luego presenciar el pleno, al afirmar sin ningún empacho que el Estadio Climent no podía homologarse.No tenía más que haber mostrado un poco de interés y haberse acercado al campo y escuchar, ese verbo que al día siguiente de ganar la mayoría absoluta borraron de sus mentes y de sus prácticas.

El mes pasado, cuando le demostramos con datos que el campo de fútbol del Climent no solamente es perfectamente homologable, sino que ya cumple con las medidas establecidas reglamentariamente para la práctica del fútbol (tanto amateur como profesional), no pudo más que balbucear en su entrevista de Radio Ibi: "Eh, sí, bueno.., es que la oposición apuesta por lo antiguo y nosotros por lo nuevo".

En aixó té tota la raó. Desde ADIi apostamos porque se conserven parajes de Ibi como Santa Lucía y su entorno y no se degraden aún más de lo que están. Apostamos por la conservación de los pozos de nieve, por los que nuestros gobernantes no han movido ni un dedo. Apostamos por no dejar caer y abandonado a su suerte el Molí de Paper. Seguramente todo ello "antiguallas" para el Migue. Apostamos también por que el Estadio Climent, ubicado en una magnífica zona urbana consolidada, entre dos barrios donde viven casi diez mil personas (Dulzura y Ciudad Deportiva), pueda seguir practicándose fútbol y puedan acudir a nadar a la piscina los vecinos de Ibi, como se ha hecho durante décadas. Apostamos por facilitar las cosas a los equipos que se trabajan el deporte de base, y no por alargarles el pago de las subvenciones, o abandonarlos a su suerte con dejadez y falsas promesas. Eso, según el Migue, es apostar por lo antiguo. El es supermoderno.

Sin embargo él y sus coleguis apuestan, como dice él, por lo nuevo. Y sobre todo por todo lo nuevo que conlleva sobrecostes millonarios. Así, prefieren hacer un campo de fútbol nuevo, eso sí, pero a la otra punta del pueblo, a menos de quinientos metros del estadio Vilaplana Mariel y en una zona donde a parte de solares vacíos, hierba a punta pala y soledad, no hay nada ni vive nadie. Prefieren tirar todas las sedes nuevas de la pilen, para hacer otras "nuevas", tirando así a la basura el dinero de todos los contribuyentes y el de los socios de esas asociaciones que tanto habían trabajado. La excusa, una vez más es la misma. Sí os lo tiramos a tierra todo pero "os lo damos nuevo". Les gustan las butacas con olor a nuevo y más caras que las viejas. Solamente hay una cosa que no les gusta nueva y sí vieja, el autobús municipal con más de un millón de kilómetros y 8 años de antigüedad que compraron y no ha funcionado ni una semana seguida. ¿Cuántos autobuses nuevos se habrían podido comprar con los 120.000 euros de más que se han gastado en las butacas del teatro Río?

Al final, igual van a tener razón y quizás, los ciudadanos de Ibi opten por seguir el criterio del Migue y su colegui, y también apuesten por algo nuevo el 22 de mayo del año que viene. Al fin y al cabo esta pareja llevan 16 años de concejales y el pueblo a lo mejor quiere también algo nuevo.