El alamí y los trajes a medida

En el pleno del lunes pasado, efectué al señor Agüera, más conocido como el Migue, varias preguntas relativas al plan urbanístico más importante de la historia de Ibi. Aproximadamente 350.000 m2 en la salida de Ibi hacia Castalla, donde pueden edificarse más de 1100 viviendas y que, como cualquiera que pase por allí puede comprobar, constituye un monumento a los peores ejemplos de urbanismo especulativo que han contribuído a hundir este país y a arruinar a muchos propietarios por toda la geografía valenciana.

Aquéllo, hace cinco años eran bancales, preferentemente de olivos y almendros que es el cultivo que ha dado de comer a nuestros antepasados por estos pagos. En pleno boom del ladrillo, entró a gobernar el Migue y su colegui. El Migue, que llevaba varios años chupando oposición, aguardó astutamente su momento y, sin mejorar en un sólo concejal el resultado del candidato que les precedió en el cargo, con 8 concejales se hicieron con la alcaldía. Entraron en pleno apogeo de la burbuja inmobiliaria. El Migue, que de tonto no tiene un pelo, sabía como funcionaba esto de los pelotazos urbanísticos. Conocía a otros concejales coleguis de otras poblaciones que le explicaron cómo era eso de adjudicar PAIS. Que el Ayuntamiento tenía la sartén por el mango. Con la ley valenciana, los propietarios pasaban a ser meros comparsas de semejante procedimiento. Bastaba con encontrar una empresa que presentara el proyecto de turno. Si el pleno lo aprobaba, adelante. En aquélla época, hace seis o siete años, el suelo era oro puro, petróleo. El elemento más preciado de todo el proceso constructivo y el que más valor tenía. Los bancos y las cajas daban el préstamo sin que las empresas urbanizadoras tuvieran ni siquiera la propiedad del suelo. Bastaba con que acudiesen con el acuerdo plenario que les había adjudicado la condición de Agente urbanizador. Esa era la palabra mágica que les convertía en todopoderosos.

Mientras tanto, el engrase de las empresas (todas vienen con la vitola de "grandes empresas", y luego no hay más que ver lo solventes que han sido) pagando patrocinios de equipos de fútbol que luego abandonaron a su suerte, prometiendo en sus Alternativas Técnicas pabellones deportivos que luego no pensaban hacer, o la urbanización de Avenidas que tampoco pensaban ejecutar, hacía el resto. Y al final, ahí está el resultado. Una macrozona de manzanas urbanizadas, con nefastos acabados, con unas obras de jardinería que ni de lejos cuestan lo que pone en los papeles. Con aceras levantadas antes de entregarse. Calles mal asfaltadas, farolas rotas y pésimos acabados. Y con una característica común, ahí no vive nadie, no hay vida, tan sólo los rescoldos de la maldita burbuja inmobiliaria. Y eso sí, que no han creado ni un sólo puesto de trabajo en Ibi, y van a ser un cementerio de solares por muchos años. Mientras tanto, han urbanizado a costa de los propietarios de suelo que han tenido que desembolsar un dinero por unos solares que hoy no valen nada, que nadie les va a comprar y que han cambiado sus vidas para siempre.

Pasen y vean. En el proyecto que presentaron ofertando junto otras cinco empresas (Agrupación de interés urbanístico incluída) se valoró por parte de nuestra arquitecta municipal la oferta de GENERALA con 4 puntos (la máxima puntuación) el concepto de plazos de desarrollo y compromisos: "El total ofertado por Generala en cuanto a plazos era de 18'5 meses mas los intervalos de publicación en el BOB y el DOG.
Los compromisos adoptados son:

1.- LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PISTA POLIDEPORTIVA CUBIERTA DE UNOS 1.500 M2
2.- LA URBANIZACIÓN DE LA AVENIDA DEL JUGUETE EN EL TRAMO COLINDANTE A LA UNIDAD."

Eso es lo que por escrito ofertó GENERALA, transcrito literal del informe comparativo que la arquitecta efectuó y está incorporado al expediente, por lo que se le dio la puntuación máxima, 4 puntos, y que, a la postre, resultó decisivo puesto que GENERALA se adjudicó la condición de agente urbanizador por un sólo punto de diferencia respecto del resto de ofertas. Éso y no otra cosa, Migue. Ni dinero en efectivo, ni chocolate, ni churros, ni mejoras alrededor de la pista de atletismo, que es en lo que ahora el Migue pretende dejar esas obligaciones.

¿Qué sucedió luego? Como saben, el pacto de gobierno se rompió, entre otras cosas, por el gol que nos habían metido y lo mal que olía esto. El PP en minoría no llevó a pleno la votación en la que se aprobaba el proyecto del Alamí y la Alternativa Técnica, sino que en un ejercicio de filibusterismo político, lo aprobó en JUNTA DE GOBIERNO. Y ahí ya , los plazos fueron otra cosa. Nada menos que cinco años se le dieron a GENERALA. Y por supuesto, del pabellón prometido y de la ejecución de la avenida del Juguete, nada de nada. Se engaño a los propietarios, se engañó al pueblo de Ibi y ahora, quieren seguir engañándonos.

Curioso y llamativo resulta uno de los párrafos de la alternativa técnica que transcribo literalmente y que anoche le reproduje a Agüera en el Pleno (página 21, capítulo de las RELACIONES ENTRE EL URBANIZADOR Y LOS PROPIETARIOS, apartado B):

"El propietario que contribuya a las cargas de urbanización podrá exigir que el Urbanizador la ejecute con la diligencia de un buen empresario y que el Ayuntamiento de Ibi, como Administración actuante, tutele la actuación en los términos previstos por la ley". Jamás un párrafo fue tan claro, como claramente incumplido.

En fechas posteriores, colgaré en esta bitácora la documentación íntegra, para que cualquier ciudadano pueda consultarla y ver la jugada maestra del Migue y sus coleguis.