
Hace varias semanas hice referencia
en este mismo blog, a la propuesta surgida del gobierno municipal, de hacer un botellódromo en Ibi. Tambien
posteriormente hablé del tema en una nueva entrada, sobre las
diferentes reacciones surgidas tanto a la propuesta de ibi, como a otra similar que antes surgió desde el gobierno municipal del Ayuntamiento de Alicante.
Tanto en un caso como otro, aunque solamente hablé de ello en esta bitácora,
tuve que leer y escuchar algunos comentarios, que acusaban de criminalizar a la juventud a los que nos mostrábamos excépticos, cuando no perplejos, con semejante propuesta. Especialmente con el hecho de que la misma surgiera desde un área de un gobierno municipal, en lugar de proponer alternativas a la juventud.
Mientras tanto, veiamos cómo expertos en la materia y compañeros de partido de los actuales gobernantes, se llevaban las manos a la cabeza ante propuestas de ese estilo, que no solamente no solucionaban un problema, sino que potencialmente creaban otros mucho mas graves. Además de poner en la tesitura a una administracion, de decidir para solucionar un problema de falta de alternativas de ocio, poner a la juventud en sus narices como oferta un recinto para beber alcohol.
Ahora, aunque al parecer en algunas redes sociales la hipotética propuesta recibía muchas adhesiones, sin embargo
ha imperado (a mi modo de ver), el sentido común y se ha optado por escuchar voces que proponen otras alternativas, encabezadas por la recientemente constituida agrupacion de hosteleria de Ibi. En este sentido, y al menos hasta que esté en funcionamiento la zona de ocio, se van a organizar desde este colectivo, en colaboracion con el Ayuntamiento, algunas actividades coordinadas en diversos fines de semana, y coincidiendo con dias imporantes para Ibi, como pueda ser L'Avís, San Pascual, cenas de verano, etcétera.
Personalmente, junto con otras decenas de personas de mi generación tuve la ocasión y la suerte de poder trabajar
con los jóvenes durante casi quince años de mi vida, en diferentes ámbitos: voluntariado, deporte, medio ambiente y durante más de diez años como animador juvenil, siempre desinteresadamente y en el ámbitro del humanismo cristiano. Valores de los que me siento orgulloso y época de la que guardo el recuerdo más grato de mi vida
. Trabajar con y para los jóvenes no es fácil. Supone esfuerzo, dedicación, horas, medios materiales y humanos, planificación, trabajo en equipo e imaginación. Y aún así, ni siempre se consiguen los resultados esperados, ni estos casi nunca lo son a corto plazo, ni todo el mundo es receptivo (como en la vida adulta) a las pautas de ocio positivo. Todo lo anterior, lo podrían suscribir los diferentes colectivos que trabajan en Ibi en diferentes ámbitos, tanto con la juventud, como con cualquier rango de edad. A los jóvenes, y más desde lo público, se les deben de ofrecer y ofertar alternativas de OCIO POSITIVO.
Y no me vale que beberán igual, o que se drogarán igual, o que se tirarán por un puente igual. Lo cómodo, lo poco imaginativo, lo suicida es ponerles delante lo prohibido, a lo cual sin duda la mayoría acabamos accediendo en uno u otro momento de la vida (ninguno somos santos, un servidor tampoco), con mayor o menor grado de madurez. Y de eso precisamente es de lo que se trata, de que cuando llegue el momento al que le llegue, de poder experimentar con esa primera copa o ese primer cigarro, haya un grado mínimo de madurez y de otras alternativas que hagan que uno tenga capacidad de decidir qué es lo que quiere hacer con su vida. Para eso, desde las familias, los poderes públicos y todos los colectivos hay que dar formación, alternativas, medios y un poquito de interés. Máxime en una sociedad en la que existen graves problemas con las conductas adictivas al alcohol y/o las drogas, y en un pueblo como el nuestro donde hay cientos de familias destrozadas por esta cuestión.
Para eso, y quien tenga oídos que oiga, pero sobre todo escuche, insisto en que faltan medios, muchos medios. Que se han ido dejando pasando oportunidades (Cine Roxy), que se derrocha dinero en populismo y propaganda, que hemos ido viendo cómo cerraban dos cines, un cine club, cómo se ha tenido cerrado durante cinco años el teatro o un año el polideportivo, o cómo las instalaciones deportivas de los colegios cierran los fines de semana (a excepción de los Salesianos). Que a las asociaciones que trabajan por el ocio, la educación, el medio ambiente, la cultura, la solidaridad o el tiempo libre, entre otras actividades, se les cambia de sede a capricho faltándoles al respeto. Que lo que se organizan son muchos viajes fuera de Ibi y que los propios gobernantes se instalan en la queja y en el conformismo con el derrotismo de que Ibi es un pueblo y que en Ibi no hay nada.
De la valoración que ha hecho algún miembro del gobierno diciendo algo así como que "gracias a la propuesta del botellódromo ha habido movimiento y ha surgido la asociación de hostelería", dejémoslo estar.
Todos sabemos que además de los movimientos presumiblemente a favor, ha habido muchos más movimientos en contra, desde asociaciones de padres y madres, educadores y directamente también desde muchos jóvenes que se niegan a que les encasillen en nada. Y que en el propio equipo de gobierno había varios concejales radicalmente en contra de la propuesta, además de la cantidad de padres y madres que en privado han manifestado su rotunda oposición a la alcaldesa y a otros concejales.