Nuestro compromiso con Ibi y su geriátrico
-
El geriátrico fue un compromiso que adquirió el govern del Botànic, de PSOE
y Compromís en la Generalitat, con el pueblo de Ibi. El PP de Ibi pudo
empeza...
Mostrando entradas con la etiqueta banca. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta banca. Mostrar todas las entradas
martes, 30 de septiembre de 2014
Atracos cotidianos...
Ayer vino al despacho un cliente de esos a los que da gusto atender. Es una excelente persona, tiene unos modales exquisitos, agradece el servicio que le prestamos y prácticamente no se queja nunca. Por eso me extrañó sobremanera que entrase con una actitud y unos ademanes que denotaban un enfado aparente: ¿Qué le pasa "X"? (no daré nombres, porque la historia es verídica). "Nicolás, esto no puede ser, después de tantos años y a mi edad (tiene 76 años), me han atracado".
Mi reacción lógica fue preguntarle si había ido a denunciarlo a la autoridad competente, e incluso me ofrecí a acompañarle si no lo había hecho. "Calla, calla, si ha sido en el Banco". Tampoco nombraré la entidad financiera en cuestión, aunque debería de hacerlo. ¿Cómo dice?. "Les he pedido un certificado donde conste que soy titular de mi cuenta bancaria y me han dicho que me tenían que cobrar 30 euros". Cuando me lo dijo, yo tampoco daba crédito.
Es decir, que el banco de este señor, donde tiene abierta una cuenta para que, mes tras mes, puntualmente, le ingresen su pensión. Donde tiene domiciliados sus recibos, no para su comodidad, sino sobre todo para la comodidad del banco. Cada recibo domiciliado ahorra un montón de empleados a las entidades financieras, que evitan tener que atender por ventanilla y contar el dinero como antiguamente se hacía. El mismo banco que con el dinero de este señor y con el de otros millones de humildes impositores, jubilados, pensionistas y trabajadores, maneja, hace y deshace operaciones, invierte y desinvierte, compra y vende participaciones en compañías de todo el mundo, le iba a cobrar treinta euros por darle un papel diciéndole que tiene una cuenta en ese banco con un número de veinte dígitos. Tuvieron la "deferencia" de aconsejarle que pidiese las claves de la banca electrónica, así desde su domicilio podría sacarse esos certificados. El señor, a sus 76 años no tiene ordenador en casa, ni impresora y afortunadamente para su salud mental, ni pensamiento de tenerlo. El señor lo único que percibe es que las comisiones que su banco le cobra se han triplicado y el servicio es mucho peor que antes.
El señor, una vez sintió la "ficticia" pistola en su sien, se puso chulo, que es lo que deberíamos de hacer el 100% de los clientes cada vez que pretenden cobrarnos por un servicio un precio abusivo o, lo que es peor, cuando pretenden cobrarnos por algo que ya debería ir en el precio de dejar nuestro dinero para que lo manejen a su antojo. Y una vez se puso chulo, el atracador, vamos, en este caso, el bancario en cuestión, le dijo que en fin, que en atención a "la relación de tantos años que le une con esta entidad", sólo le cobrarían 3 euros. Vayan multiplicando, 3 euros por imprimirle una hoja de papel donde consta que usted, y no otra persona, tiene una cuenta en esa entidad donde cada mes ingresa su pensión y le cargan varios recibos. Ni comentario tiene que te cobren, como también sucede, cuando acudes a una entidad financiera a ingresar efectivo en la cuenta de otro. ¡¡A INGRESAR!!
Así podríamos seguir con la retahíla de cobros de todo tipo que las entidades financieras se han inventado para mantener su cuenta de resultados. A todo esto, hay que añadir que esta entidad financiera en cuestión donde virtualmente mi cliente se sintió atracado, ha sido rescatada con los impuestos de este amable jubilado al que ahora le quieren cobrar por darle un certificado de tener allí su cuenta. Ni Curro Jiménez ni Luis Candelas habrían perfeccionado tanto el sistema. Al menos aquellos personajes de Sierra Morena tenían su gracia y su banda sonora. Hoy en día ya vemos como está el patio
viernes, 20 de diciembre de 2013
Y se hizo la luz...
No, no vayáis a pensar que el título de la entrada de hoy hace referencia a la Navidad en la que se conmemora el nacimiento de Jesús en un pesebre, hecho que para muchos entre los que me incluyo, supone un mensaje de esperanza, paz y confraternidad. Me refiero a la noticia que ayer a eso de las 20 horas se hacía pública de que iban a subirnos la luz un 11% para el año próximo. En las hora posteriores el escándalo y la indignación que tal cuestión podía provocar, ha determinado que de momento todo esté en suspenso. De hecho la comisión nacional de los mercados y la competencia, ha invalidado la subasta del tarifazo por circunstancias atípicas.
El mismo día en que nos anunciaban el tarifazo que primero iba a ser y que de momento queda en suspenso, imagino que hasta decidir dónde pueden subir sin que el cabreo exceda más de lo necesario, se hacía pública también la noticia de que el beneficio de la banca hasta septiembre superará los 7.000 millones, duplicando los obtenidos en el año anterior. Son dos caras de una misma moneda. Por un lado las dos o tres empresas que en régimen de monopolio prestan un servicio esencial, como es el de proporcionar electricidad al que nadie podemos plantearnos renunciar, y que desde el año 2003 hasta la fecha han subido la luz un 63%, que por lo visto, no es suficiente para cuadrar sus cuentas. Cuentas que evidentemente, estas empresas que ejercen su monopolio plantean de un modo de sólo ellas entienden y que, como en el casino, al final la banca siempre gana.
Siguiendo con lo de la banca gana, en la otra cara de la moneda tenemos a los bancos que tras haber recibido la mayor inyección de dinero público de la historia a cargo de todos los españoles y sin que nos conste que se haya devuelto dicho dinero, duplican beneficios. Mientras tanto todos habréis podido experimentar cómo ahora estos mismos bancos que declaran beneficios nos cobran por las cuestiones más insospechadas. Ayer se quejaba amargamente un cliente mío de que por ingresar dinero por ventanilla le habían soplado la friolera de 15 euros. Evidentemente, si al final no prestas dinero, cobras hasta por respirar, cierras un tercio de las oficinas y echas a un tercio de la plantilla, lo normal es dar beneficios.
Lógicamente, nuestros gobernantes están a sus cosas, y claro, si la policía a la misma hora que se hacía público todo lo anterior entraba a registrar la sede del PP, y la Guardia Civil casi a la misma hora entraba a registrar la sede de UGT en Sevilla, evidentemente las preocupaciones de unos y de otros son otras. Mientras tanto, el sufrido ciudadano se armará una vez más de paciencia y tratará de celebrar con familia y amigos lo que pueda celebrar. Intentaremos mirar hacia adelante y pensar que esto mejorará, a pesar de quienes nos administran y en algunos casos directamente nos saquean. Y en un par de horas el pleno de presupuestos en Ibi. Pasad unas felices fiestas
sábado, 23 de febrero de 2013
Una de cine (Margin Call)
Trailer oficial de la película MARGIN CALL
Seguimos sumidos en la cuesta abajo de la crisis económica más grave conocida por mi generación al menos. En esta película se especula sobre los momentos previos al crash financiero de 2008 como consecuencia de la conocida como crisis de las "subprime", o como explicaba Leopoldo Abadía, la explosión de la burbuja inmobiliaria como consecuencia de que toda la banca mundial había vendido "porquería en paquetitos", siendo además consciente de ello y llevándose tremendos beneficios.
En la más taquillera Wall Street 2 se analizaba parte de este fenómeno desde una perspectiva más a lo gran producción, aunque esta última no llegó ni de lejos a la soberbia y oscarizada Wall Street. Margin Call si embargo no es una gran superproducción, pero para mi gusto no desmerece en absoluto y además de que explica perfectamente lo que pudo suceder en cualquier banco de inversiones de Wall Street, basándose en lo que realmente sucedió. Pero explica también cómo los seres humanos hacemos descender nuestro nivel de moralidad a nuestra conveniencia y buscamos justificación para seguir exprimiento al resto de la gente.
Kevin Spacey está soberbio y Jeremy Irons da el pérfil del tiburón jefazo de un banco financiero capaz de cualquier cosa. Una película que, sin tiros, ni explosiones, ni efectos especiales, tiene momentos verdaderamente estremecedores. Demuestra como desde el teclado de un ordenador puede hundirse a miles de familias y encima ganar dinero por ello. A mí me gustó. Por si os sirve de algo y no sabéis qué dvd alquilar, es una buena opción. Buen fin de semana
Etiquetas:
banca,
bolsa,
cine,
crisis económica,
especuladores,
finanzas,
Margin Call
sábado, 4 de febrero de 2012
No es oro todo lo que reluce...
Este es sólo un fragmento de apenas tres minutos, del magnífico documental "INSIDE JOB", premiado con el oscar de 2011 y que trata de análizar el crash bancario y financiero del 2008, más conocido como la crisis de Lehman Brothers. La codicia de los brokers, el conocimiento de que lo que vendían era basura y, a pesar de ello seguían haciéndolo y haciendo circular la basura, los bonus estratosféricos que se embolsaban (más de 300 millones de dólares en algunos casos) y cómo acabó todo. El documental puede localizarse en la red, entero o por fragmentos y lo recomiendo altamente. Eso sí, salvo que se tenga un excelente nivel de inglés, hay que seguir los subtítulos y la complejidad de los términos utilizados en algunos fragamentos requiere atención. Pero os garantizo que os hervirá la sangre al conocer las interioridades de cómo se cocinó gran parte de la crisis que seguimos viviendo.
Ahora, Luis de Guindos nos propone como una de las soluciones, la obligatoriedad antes de cuatro meses, de que las entidades bancarias que quedan en España se fusionen, para que así queden sólamente cinco o seis. En principio todo lo que nos venden son bondades y estoy convencido de que en algunos caso será necesario y tendrá sus ventajas.
Pero si algo nos ha enseñado esta crisis, es que no hay fórmulas mágicas en economía y que se han equivocado -intencionadamente o no- bastante más de lo que han acertado. El gran tamaño de alguna de las entidades financieras norteamericanas fue uno de los motivos del crash, unido lógicamente a una nefasta, avariciosa y especulativa manera de hacer las cosas. Esperemos que no vuelva a repetirse.
Etiquetas:
banca,
crisis,
especulación,
finanzas,
INSIDE JOB
Suscribirse a:
Entradas (Atom)