Último pleno de la legislatura...(y fin de un ciclo)

Ayer a las 20'30 horas aproximadamente, finalizaba un pleno que había comenzado a las 19 horas. Como marca el reglamento, el primer lunes de cada mes, es obligatoria la convocatoria de un pleno haya muchos o pocos temas a tratar, para que el equipo de gobierno informe y dé cuentas de su gestión y la oposición pueda ejercer la labor de fiscalizar y controlar la acción de gobierno. Esto, que parece tan normal, tan sólo ha sido normal el último año y medio de legislatura.

Ayer había escasísimos puntos en el orden del día a tratar, resumen quizás, de una legislatura de la que prácticamente dos tercios han sido tiempo perdido y colofón a las tres partes perfectamente diferenciadas de un ciclo que por fortuna ya está cerrado. Una primera parte de la legislatura en la que, sorprendentemente, permaneció en la alcaldía la responsable de cinco imputados a los que élla nombró y tuvo a sus órdenes, y cuya gestión ha motivado la apertura de 14 causas penales en los Juzgados de Ibi. La responsable de que, desde el 2005 al 2011, se adjudicasen a dedo y sin el preceptivo concurso público, la práctica totalidad de obras, servicios y compras de materiales en el ayuntamiento de Ibi. La responsable de que las peores prácticas de nepotismo fuesen la norma, con contratación de familiares y afines a su partido bien directamente como personal del ayuntamiento, o bien en empresas cuya gestión está externalizada. Y así podríamos seguir hasta el infinito.

De todo lo anterior, los compañeros que permitieron que con semejante bagaje accediese a la alcaldía, se fueron dando cuenta tras llevar muy pocas semanas en sus cargos, pero seguían tragando, porque el mal ya estaba hecho y ya presidía la corporación por tercera vez quien nunca debió de hacerlo. Pero el tema aún era más grave, porque seguía siendo concejal de Hacienda el "fenómeno" y brazo derecho de la alcaldesa, seguía haciendo de las suyas, maquinando, reuniéndose en oscuros pasillos y adjudicando sus cosillas "a dedo", que había que exprimir la ubre del ayuntamiento hasta la última gota. Y así llegó mayo de 2012, los registros de los domicilios del indivíduo, sus interrogatorios, su quíntuple imputación y aquí sí, y porque no había mayoría absoluta, el cese del indivíduo. Y comenzó una segunda parte de la legislatura. Con la salida de Miguel Ángel Agüera del consistorio y una población que ya no resistía más escándalos, debió de salir también la ínclita, pero aún había concejales de su partido que no terminaban de verlo claro. Y fueron pasando los meses, y la indivídua seguía manteniendo su mala educación y peores formas, su chulería, su manera de dirigir los plenos y de tratar a sus propios compañeros, hasta que la cosa reventó un año y tres meses después, en septiembre de 2013. Mes y medio después, como todos conocemos, la ínclita salía de la alcaldía forzada y obligada por sus propios compañeros.

Y comenzó la tercera parte de la legislatura donde, con todas las carencias, diferencias de opinión y limitaciones de tan corto periodo, hemos tenido lo más parecido a un transcurrir "normal", con trato educado y respetuoso entre compañeros de corporación de diferentes formaciones, con las diferencias de criterio y gestión propias del acontecer de un gobierno municipal y al menos, sin avergonzar ni un miligramo más a los ciudadanos de Ibi, ahítos ya de tanta vergüenza y tanto titular escandaloso. Algunos no podemos por menos que lamentarnos de que nos haya tocado vivir una década gobernados en algún caso por presuntos delincuentes y en otros por una persona carente de escrúpulos y que no se hacía responsable de las tropelías de su gobierno. Pero lamentarse no sirve de nada, y sólo nos queda la esperanza y el horizonte por delante, de que los próximos cuatro años, en el consistorio solamente haya gente de todas las formaciones políticas que, como mínimo, se estime su pueblo, que tenga la decencia y la responsabilidad como normas y que, con todas las limitaciones que hay en cuatro años, se arremangue para tirar del carro de una villa emprendedora, austera y próspera que como mínimo merece que su gobierno municipal no le avergüence y sea un motor más que dé tranquilidad y seguridad jurídica a sus vecinos.