Última entrevista en Radio Ibi correspondiente al 10 de ABRIL del año 2015

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jueves, 30 de octubre de 2014

Fotografía: maqueta fábrica Payá Hermanos, tomada el 29-10-2014

La maqueta que observáis en la fotografía la cedió un estudiante de arquitectura, imagino que de Ibi (no tengo el gusto de conocer su nombre) al Ayuntamiento de Ibi. El joven hizo su proyecto de fin de carrera, al parecer, basándose en esta legendaria factoría. No sé si el proyecto versaba sobre su rehabilitación, no tengo más datos. De lo que sí estoy seguro es que estaría confiado en que cediento su trabajo al Ayuntamiento o a la fundación museo del juguete, ocuparía un lugar algo más digno y, sobre todo, que mientras pudiese ocupar algún lugar digno, estaría conservada cómo y dónde corresponde.

La protección plástica que envuelve la maqueta, amén de para protegerla del polvo, está para protegerla de las goteras. Bueno, lo de las oficinas de la antigua fábrica de Payá no son goteras. Toda la antigua oficina es una gotera, un río de agua. De hecho, ningún albañil ni profesional de la construcción en su sano juicio accedería ya a día de hoy a subirse a rehabilitar ese tejado. Recomiendo que visitéis el blog del Psoe local, en la entrada efectuada hoy, donde hay un profuso reportaje fotográfico al respecto. O lo que es lo mismo, que desde el equipo de gobierno saben y son conscientes de que ahí hay goteras, de que la fábrica se cae, y así y todo, permanece a riesgo de echarse definitivamente a perder. Hoy soy poco original, pero es que la indignación en esta cuestión es tan grande que da hasta vergüenza

Vergüenza por que no será que desde los grupos de la oposición no llevamos tiempo denunciando este tema. Vergüenza, porque hace once años, cuando un servidor fue durante diecinueve mese concejal de cultura, en esas oficinas aún había gente trabajando y por exigencia de nuestro grupo, se dotó una partida presupuestaria para acometer la reforma integral. Nuestra salida de la coalición con esta tropa de presuntos delincuentes y mi especial interés en ese proyecto, provocó un especial desinterés en la mandamasa y su colega delincuente. La década ominosa Agüera-Parra ha propiciado, consentido y permitido que esto devenga en ruina. Vergüenza porque en estos diez años hemos visto como se han enterrado millones de euros en sobrecostes en Plaza de la Palla, Teatro Río, palacio de justicia, o como especial monumento al sin sentido, en una casa de los reyes magos llena de nada, cerrada sine díe, sin proyecto ni financiación.

Con una centésima parte de todo lo que se ha despilfarrado y presuntamente robado en estos diez años, tendríamos el mejor museo del juguete de España, en el centro Español del juguete. Vergüenza porque un servidor lleva años denunciando que en la entrada del museo del juguete tendría que haber fotografías, maquetas y un tren payá funcionando, cuestiones todas que hiciesen referencia y recordasen al visitante que ahí había una fábrica donde llegaron a trabajar en sus mejores tiempos cerca de mil personas. Cómo era, como vivían y cuál es el origen de la industria de este pueblo. Al visitante sin embargo los recibe un puzzle multicolor de pésimo gusto ( a mi modo de ver), mientras maquetas de la fábrica, fotografías y material que merece la pena conservarse, está arrumbado en una oficina en ruinas donde cuando llueve hay agua por todas partes.

Ni un día más puede estar esto en estas condiciones, ni un día más.

1 comentario:

  1. Vergüenza es la palabra que lo define todo en este tema. Sobran más comentarios.

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