Última entrevista en Radio Ibi correspondiente al 10 de ABRIL del año 2015

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jueves, 4 de septiembre de 2014

Fabricar una mentira para dar un pucherazo


De los 11 principios de la propaganda del tristemente famoso Goebbels, uno de los más conocidos es este "Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

El grupo de mentes pensantes encargadas de orquestar la reforma de la Ley Electoral General, lo primero que han hecho es no decir exactamente qué pretenden hacer, pero sí dejar fluir una idea simple, " es de cajón que el más votado tiene que ser el alcalde ", algo, en lo que a priori, estamos todos de acuerdo. Evidentemente, este apriorismo, dejado caer así, para que en las mentes de un montón de gente que, lamentablemente, ni lee periódicos, - básicamente ni lee - ni se informa, y se la recontrasuda lo que la desnortada y desprestigiada clase política española haga -con razón - vaya madurando este único pensamiento.

Mientras ese pensamiento va madurando, como una lluvia fina, lo que ese montón de gente no se pregunta es qué se ha hecho exactamente hasta ahora. Porque lo más gordo es que ahora mismo, en el sistema que acordaron los "padres de la constitución" en la tantas veces recordada transición, ya es elegido alcalde el más votado por elección de los concejales. Al partido popular este sistema le ha parecido "chipendi-lerendi", mientras ha ido obteniendo mayorías absolutas, incluso gobernando en casi todas las capitales - qué paradoja -, por ejemplo de Andalucía, Comunidad cuya autonomía preside el Psoe desde su origen. Es más, el PP ha obtenido pingües beneficios de una ley electoral en la que incluso ha nombrado alcaldes de ciudades muy importantes sin ser la lista más votada. Así accedió Rita Barberá a la alcaldía de Valencia, con un pacto con Unió Valenciana, a pesar de que LA LISTA MÁS VOTADA ERA DEL PSOE. Y tampoco le ha hecho ascos a acceder a alcaldías vía moción de censura. De hecho, en los últimos veinte años en la Comunidad Valenciana, por ejemplo, el PP es el partido que más mociones de censura ha hecho para acceder a alcaldías, en una proporción de 1 a 5. Una de las más sonadas, por cierto, la que permitió acceder a la alcaldía de Benidorm al moreno cartagenero, Eduardo Zaplana, en este caso además vía una tránsfuga del Psoe, a la que luego le han dado sueldo y empleo, tanto a ella como su esposo, durante más de veinte años en pago por los "servicios prestados".

Con ese bagaje a cuestas, llegan unas encuestas, según parece, nada halagüeñas para el Partido Popular que le dan la pérdida de la mayoría absoluta en un buen puñado de alcaldías. El problema no lo tienen los demás, el problema no lo tienen los ciudadanos, el problema no lo tiene el sistema democrático, el problema lo tiene el Partido Popular S.A., una empresa que ha demostrado una "eficacia" tremenda en tener un "ojo clínico" para tener en sus filas a concejales, alcaldes, ministros y hasta presidentes de comunidades autónomas, que han tenido una querencia al dinero desmesurada, una afición inusitada por los sobrecostes y que, lamentablemente, muchos de ellos están terminando con sus huesos en la cárcel. Eso, indudablemente, ha determinado el hartazgo de muchos de sus votantes y militantes. Y eso, no se arregla haciendo trampas y cambiando la ley para que la alcaldía para la que necesitaban como mínimo un 40% de los votos, ahora puedan tenerla con un simple 25%, porque éllos así lo deciden.

Por otra parte, la falacia inspirada en los principios goebbelianos, tiene un sustento nulo. Si las premisas son falsas, la conclusión es necesariamente falsa. Porque, a día de hoy, que nos diga el PP cuántos alcaldes hay en España, del partido que sea, que no hayan sido el cabeza de lista más votado. Una minoría exigua y residual. En la inmensa mayoría de ayuntamientos de España el cabeza de la lista más votada es quien ostenta la alcaldía, bien por mayorías, bien por acuerdos de legislatura (como en Ibi) o bien por pactos puntuales. El alcalde más votado también tiene que demostrar ser el más eficiente, el mejor negociador, el más tolerante y el que más busque acuerdos con otros grupos para seguir siéndolo. Si revisáramos los casos donde no gobierna la lista más votada las explicaciones son claras y diáfanas: o bien, como en Orihuela, mandan a la oposición a una alcaldesa y a un grupo donde hay nada menos que 6 imputados, o bien, como en Alcoy, se produce un pacto entre fuerzas que comparten posturas ideológicas o programáticas más afines, algo, por otra parte, totalmente lógico. Porque le guste al partido popular o no, 7 siempre serán más que tres

Mañana un poco más de este tema que da para mucho...

2 comentarios:

  1. Arturo Domenechseptiembre 05, 2014

    Amigo Nico, leyendo tu entrada la cual comparto totalmente tengo que decirte que imagino que es un error que en un momento del texto pongas:
    ".....lamentablemente, muchos de ellos están terminando con sus huesos en la cárcel.".
    Yo creo que lo LAMENTABLE es que no están ya todos abarrotando las cárceles y se queden fuera, porque ya son muchos los que están echando por tierra el prestigio de la política que a mi entender debe ser una gran labor de vocación de servicio a los ciudadanos.

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  2. efectivamente, lo lamentable no es que los culpables acaben en la cárcel, lo lamentable es que quienes tienen o tendrían que dar ejemplo, sean delincuentes. Gracias por tu comentario

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