Empeñarse en vivir....

Rick y Dick Hoyt. Historia de superación

Diversas circunstancias me han impedido actualizar esta bitácora durante las últimas semanas. Creo que hay ocasiones en la vida en que hay que poner los cinco sentidos y, para los que somos creyentes, también el alma y las oraciones, en las cosas que verdaderamente importan. Como dice un experto en motivación, Victor Kuppers (pincha AQUÍ el enlace si queréis entrar en su web), "lo importante es que lo importante sea lo importante", perogrullada que sin embargo da en el clavo. Dedicamos demasiado tiempo a preocuparnos por auténticas chorradas, nimiedades, absurdeces. Dedicamos demasiado tiempo a enfadarnos por cosas que no merecen la pena.

Por eso, aunque esta bitácora sabéis que la dedico fundamentalmente a opinar, postular e informar sobre la actualidad de la vida política de Ibi y sobre múltiples cuestiones que suceden y que me interesan y pienso que a otros pueden interesarles, hoy me apetece hacer esta "reentré" con algo eminentemente positivo, algo que inspire y nos centre en qué es realmente trascendente en nuestra vida. Cuando veo en estos días, especialmente con lo que está sucediendo -por enésima vez- en la franja de Gaza, cuando veo tanta gente empeñada en solucionar los problemas matando, invadiendo, lanzando misiles o cargándose aviones de pasajeros, prefiero hablar de la gente que se empeña en vivir y en hacer que otros vivan y que la vida de los que les rodean sea más fácil, o menos difícil. Prefiero centrarme en la gente que piensa en positivo. Prefiero dedicarle este humilde rincón a la gente que hace de este mundo un rincón que merece llamarse humano y digno.

Es conocida por mucha gente la historia de los Hoyt, un padre y un hijo de Massachusets que con su historia, son fuente de motivación y de inspiración para mucha gente. Rick Hoyt tiene una grave discapacidad desde que nació por un problema de falta de oxígeno en su cerebro en el momento del nacimiento. Pinchando AQUÍ podéis acceder a una breve reseña en wikipedia. No obstante, conserva intactas sus facultades intelectuales. Desde pequeño fue matriculado en la escuela como cualquier otro niño, y el muchacho se empeñó en competir en carreras. Su padre, Dick Hoyt, que no era un atleta, dijo que adelante. Comenzó con carreras de cinco millas, luego maratones, luego triatlones y terminó completando un IRONMAN, conocida prueba de triatlón extremo que implica hacer 4 kilómetros nadando, 180 kilómetros en bicicleta y una maratón corriendo. Claro está, con la particularidad - casi nada - de hacerlo con su hijo.

El vídeo que encabeza esta entrada nos da un resumen de esta extraordinaria historia de superación. Creo que en el mundo, todos los días, en todas las familias, en muchos lugares de trabajo, en todo tipo de colectivos, hay muchísima más gente empeñada en vivir, en ser feliz y en hacer felices a los que les rodean, que la que se empeña en jorobar y en fastidiar al prójimo. Por eso esa gente que no es noticia merece de cuando en cuando ser recordada. Por toda la gente que se empeña en vivir.