En la práctica era su cortijo...

Tras cuatro reuniones de la comisión de investigación, queda muchísimo por hacer por estudiar y por investigar. Pero en lo poco que hemos podido avanzar, siempre teniendo en cuenta que el alcance de la comisión puede ceñirse a las irregularidades administrativas, a los incumplimientos en materia de contratación, a la realidad de lo ejecutado y al valor de lo ejecutado y que por tanto, será el juzgado quien pueda dilucidar otras responsabilidades de alcance penal, lo poco que vamos viendo, insisto, deja bien a las clara que quienes han tenido la responsabilidad de gobierno en la "década ominosa", se han pasado por el forro de sus caprichos prácticamente toda la normativa.

Cuando un concejal tenía prohibición expresa de contratar, porque tenía vínculos societarios, familiares o de afinidad con la empresa en cuestión, ¿qué hacía? Justo todo lo contrario, buscaba esas empresas para contratar. Cuando había que encargar una obra o servicio o una compra de materiales, ¿qué se hacía, se convocaba el preceptivo concurso en función de la cuantía? ¿o si era un tema menor, se buscaban tres ofertas y se escogía la mejor? Todo lo contrario, la gran mayoría de cuestiones se hacían sin la existencia del más mínimo expediente. La máxima era la de "AIXÓ HO PAGUE JO"..., aplicando la frase que ha hecho famosa el genial actor Xavi Castillo. Todo se reducía a la simple firma del concejal de turno o, lo que es aún más grave, a la de algún funcionario de "firma fácil".

Para terminar de adobar la cuestión, nos vamos encontrando facturas y pagos verdaderamente sorprendentes y por importes aún más sorprendentes todavía. En todo el recorrido de estos pagos, encargos y contrataciones sin contrato, solamente encontramos algún reparo de legalidad al final de la corrida, es decir, cuando allá por mitad de la pasada legislatura, los gatos muertos comenzaban a apestar y algún funcionario comenzó a ver que además de la ruina política de varios concejales, podía suponer el final de la carrera de algún empleado del ayuntamiento con muchos quinquenios.

No sé si las horas de reuniones, la lectura y revisión de documentos, el cotejo de albaranes y el examen de facturas, terminarán pudiendo ayudar o complementar en mucho o en nada a la investigación que debe de hacerse desde instancias judiciales. Pero lo que sí puedo deciros es que en cuanto sea posible, iremos haciendo públicas las conclusiones e investigaremos todo lo que haya que investigar. Tras unas primeras reuniones revisando cuestiones menores, en la próxima reunión nos metemos a fondo con las empresas constructoras de la piscina, el Teatro Río y el palacio de justicia. Ahí además de investigar, van a hacer falta lejía, zotal y estropajo. Preparemos las mascarillas. Os iremos informando.