Cuando ayer en el diario Información leía la noticia, y sobre todo, veía la fotografía (es la que encabeza esta entrada), no terminaba de creérmelo. "Balones estrena ayuntamiento". Balones es una pequeña población del interior de la provincia de Alicante, enclavada en una zona en la que casi 30 pueblos no suman entre todos ni 10.000 habitantes. Es un bellísimo rincón de la provincia de Alicante, desconocido para mucha gente pero que merece ser visitado. Vaya por delante que mis vínculos familiares con la población vecina de Gorga, hacen que conozca esa zona razonablemente bien. He recorrido algunos de sus parajes y creo que esta parte de la provincia de Alicante merece inversiones y que se hagan los esfuerzos necesarios para que tengan unas condiciones de vida dignas y merecen tanto como cualquier otro rincón de nuestra provincia.
Ahora bien, hay cosas que no se terminan de entender. Como decía al principio, el titular es que se inaugura nuevo ayuntamiento. Pinchando AQUÍ, podéis acceder a la noticia completa. Lo que ya no me cuadra tanto, es que para atender a una población censada de 157 habitantes, haga falta un ayuntamiento de semejantes características. Y ello, aun cuando en el ayuntamiento se vayan a dar, como dice la noticia, desde clases de gimnasia hasta actividades de toda índole, ya que servirá también como centro social. La inversión, ha sido de 360.000 euros, que ha sido financiada al 95% por la diputación provincial de Alicante. El presupuesto del ayuntamiento de este municipio es para el año 2013 de 106.665.- euros según los datos que publican en su página web.
Los ciudadanos de Balones deben de estar encantadísimos con la inversión. Y el caso de este pequeño municipio alicantino podría extrapolarse a situaciones similares que se viven en miles de pequeños municipios de toda España. Algunos podrán alegar que de lo contrario, estos municipios podrían desaparecer. Lamentándolo mucho, los datos no demuestran precisamente eso. Conozco muchos de estos municipios del interior de la provincia de Alicante, que lamentablemente, por las malas comunicaciones, la falta de colegios y de servicios, además de la ausencia de puestos de trabajo, han ido perdiendo población. Sin ir más lejos este mismo municipio ha perdido la mitad de su población en los últimos treinta años y la escuela cerró hace 7 años por falta de niños. Y todo, a pesar de que en muchos de estos municipios se han hecho piscinas, polideportivos, pistas de tenis, frontón y centros sociales que para sí quisieran muchas poblaciones de tamaño superior. La mayoría de las parejas jóvenes de todas estas poblaciones están yéndose a vivir a Muro, a Alcoy o sobre todo Cocentaina, a escasos quince minutos.
Al final, los que conocemos un poco esto de la política, sabemos que detrás de estas inversiones lo que hay en muchas ocasiones es un juego de voluntades donde el presidente de la diputación o el diputado provincial de turno quiere tener a varias decenas de alcaldes de municipios pequeños contentos porque luego esos votos pesan mucho a la hora de seguir ocupando poltrona y teniendo decisión en el partido correspondiente. No tengo ninguna duda, que la gestión de la recogida de las basuras, o de otros servicios en muchos de estos pueblos, sería mucho más barata y más eficiente de manera mancomunada. No tengo ninguna duda de que los servicios administrativos municipales que pueda generar un municipio de 157 habitantes no precisan de un ayuntamiento de grandes dimensiones. Pero mientras tanto, nos quieren seguir haciendo comulgar con ruedas de molino. Creo en la autonomía municipal, que puede mantenerse perfectamente sin perder el norte y el sentido común. Que no pongan como excusa la vertebración de la España rural, ni zarandajas por el estilo. Lo que sigue habiendo en juego es el mantenimiento de mucha obra pública con poco o ningún control y el manejo de las ejecutivas de los partidos a cambio de inversiones de este estilo. Mientras, seguimos sin ambulancia 24 horas los 24.000 habitantes de Ibi.
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