Obras nueva sede Asociación alzheimer en fábrica Pilen
Foto: Escaparate Digital
Hoy a las 20'30, la asociación de Familiares y amigos de los enfermos de alzheimer y otras demencias de Ibi, inaugurará su nueva sede sita en el edificio de la Pilen. Tras más de diez años de permanencia en su sede del barrio de Mirasol donde vienen prestando un magnífico servicios a los enfermos y a sus familias, hoy se trasladan a unas nuevas dependencias que han sido sufragadas en su mayor parte a cargo de los presupuestos de la propia asociación. El ayuntamiento ha colaborado además de cediendo el local, aportando una parte de la mano de obra.
La nueva sede es un motivo de orgullo y de esperanza para la propia asociación por varios motivos. El primero por haber sido capaces de prestar con un carácter totalmente altruista y sin ánimo de lucro un servicio que nuestra localidad no tenía cubierto, asistiendo a los enfermos de alzheimer y enfermedades similares y constituyendo un apoyo esencial, vital para los familiares de una enfermedad que en los últimos años viene afectando cada vez a más familias. Todos los presidentes que han pasado por la dirección de la asociación, las diferentes juntas directivas, todos los que han colaborado de un modo u otro, los trabajadores del centro hasta llegar a la actual presidenta, pueden presentar un bagaje de seriedad y trabajo bien hecho al frente de una entidad que ha prestado a Ibi un servicio esencial y básico, cubriendo las carencias que la dejadez de las diferentes administraciones han tenido para nuestro pueblo. Esto último es mi opinión, que puede ser o no compartida.
El motivo de orgullo es doble, porque todo lo anterior lo han conseguido durante los últimos años haciendo auténtico encaje de bolillos para conseguir cubrir el presupuesto a base de diferentes subvenciones, de las cuotas de sus propios socios y colaboradores, de diferentes entidades financieras hasta llegar a una situación como es la que vivimos en la actualidad, donde los recortes afectan a todo el mundo, y donde, ni que decir tiene, la obra social de alguna caja de ahorros directamente ha desaparecido. Otras afortunadamente siguen colaborando. No entraré ahora en el aspecto más crítico de las carencias de financiación de algo que debería ocupar y preocupar mucho más a la administración. Creo que son evidentes y que, por tanto, el mérito de las diferentes juntas directivas hasta llegar a la actual, ha sido notable.
Hoy debe de ser un día de alegría y de esperanza. Si la asociación ha hecho un trabajo encomiable estos últimos años las nuevas instalaciones está claro que permitirán seguir dando este servicio a un mayor número de usuarios y en mejores condiciones que hasta la fecha. Sólo me queda desearles la mejor de las suertes y confiar en que tanto las administraciones como la propia sociedad ibense se sensibilicen respecto de una necesidad que nos puede afectar a cualquiera en cualquier momento. Hoy podemos no tener un enfermo en nuestra familia aquejado por alzheimer u otra demencia, pero en cualquier momento dicha circunstancia puede tocarnos de cerca. Y contar con una asociación que apoye como lo ha venido haciendo hasta la fecha esta en cuestión, es algo de lo que Ibi puede congratularse. Enhorabuena a todos los que habéis hecho esto posible, en especial en el día de hoy a su presidenta, que ha luchado mucho por tener el nuevo centro en funcionamiento.
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