Hay movimiento...

La hartura que tenemos muchos ciudadanos de Ibi, también yo, ante la aparente parálisis de algunas causas judiciales que llevan mucho tiempo sin que apreciemos avances significativos, no significa, al menos necesariamente, que no se esté avanzando. Cualquiera que esté asistiendo a algunos procedimientos más mediáticos como el de Iñaki Urdangarín o el propio caso Gürtel, podrá comprobar que lo que ahora está eclosionando, es fruto de investigaciones que venían haciéndose cuatro o cinco años atrás. En algunos casos incluso más.

Sin ir más lejos, el año pasado por estas fechas era dimitido-cesado fulminantemente en su cargo, Miguel Ángel Agüera. Era ahora hace un año cuando vivíamos un episodio rocambolesco de asistencia retardada al pleno porque al parecer estaban buscando una justificación, certificado o explicación plausible para defenderse de la acusación de tener unas cuentas millonarias en Suiza. Un año después sigue el secreto. El pájaro aquél vive su vida y la alcaldesa sigue en su puesto. Pero en un año (ya dos de legislatura) están pasando algunas cosas. De momento, algunos concejales andan más quemados con la alcaldesa que las pistolas del Coyote. La tienen más que calada. Saben que es lo contrario al raciocinio, el sentido común, la buena administración y la mesura. Saben que sus movimientos se guían por un único y exclusivo interés, el suyo personal y el de proteger su situación judicial y su trasero político. Así y todo, aguantan convencidos de que el "movimiento judicial" se lo ponga fácil para abrirle la puerta de salida y poder intentar trabajar dedicándose a ser concejales del equipo de gobierno, sin una capitana del barco que les lleva a la deriva.

Otros concejales están quemados con el trabajo (o el poco trabajo) de algún concejal con o sin dedicación exclusiva. Están hasta el gorro de asumir un montón de tareas y dedicaciones mientras otros se dedican a calentar asientos, prácticamente no atender a nadie, y eso sí, dedicarse a intoxicar por los foros y jugar a tres o cuatro barajas. Por si fuera poco, hay vientos de cambio en las delegaciones. La alcaldesa, una vez más como viene haciendo todas estas últimas legislaturas, tiene muchas ganas de quitar delegaciones a unos, dárselas a otros y, si es posible, forzar la dimisión de algún concejal para que entre alguien de las fieles-fieles. Cree todavía que así se va posicionando para seguir controlando el partido y las listas en Ibi. Allá ellos se las compongan.

Sin embargo, los movimientos que se observan por la máxima dirección del PP valenciano y nacional, tienen toda la pinta de sacar definitivamente la guadaña para limpiar de una vez el lodazal de porquería, presunta corrupción e ineficiencia a partes iguales de esta maltratada tierra valenciana. A Blasco, a la alcaldesa de Alicante y a Díaz Alperi, todo apunta que no les quedan ni dos cortes de pelo. La dirección nacional ha dado claras instrucciones a Fabra y este está deseando aplicarlas, harto de tener diputados en las cortes que lo único que hacen es chulearle y perjudicarle. A la vista de lo anterior, la situación de la alcaldesa de nuestro pueblo puede quedar seriamente comprometida, si es que ya no lo está bastante. Y entonces, será cuando los concejales del grupo municipal popular de Ibi tendrán que optar entre seguir mirando para otro lado o dar el puñetazo encima de la mesa y asumir el control del partido y del gobierno en Ibi.