Qué cosas....

Los presupuestos del Ayuntamiento son una previsión de ingresos y gastos, pero son muchas más cosas. Votar a favor un presupuesto, y más presidido por la alcaldesa que mayor número de escándalos ha generado en la historia de Ibi, supone mucho más que apoyar una previsión de ingresos y gastos y una relación de inversiones. Es dar un espaldarazo a una manera de gestionar y actuar.

Más allá de que la relación de inversiones es más bien exigua, por no decir directamente que de circunstancias, hay muchas cosas que todavía tienen que cambiar en la gestión de este ayuntamiento para que ni siquiera nos planteemos la abstención. La no inclusión del coste de TRES MILLONES DE EUROS que tuvo el parque de Giravella en su día y que se deben íntegros a la empresa constructora es un problema y lo va a ser cuando termine este año y esta última exija al pueblo de Ibi que se lo pague. Salvo que la alcaldesa haya llegado a alguna extraña fórmula por la que decidan perdonarle al pueblo de Ibi los 500 millones de pesetas que costó. La propia sindicatura de cuentas hizo la misma observación en su momento, reprochando al ayuntamiento exactamente lo mismo. Para que nos hagamos una idea, estamos disfrutando un parque que debemos enterito, lo cual podrá ser más o menos discutible. Lo que es indiscutible es que no incluir esa deuda en las cuentas municipales ni la previsión de cómo pagarla, además de servir únicamente para maquillar las cuentas y poder acceder a créditos haciendo trampas en la normativa, supone ponerse una venda en los ojos. Pues nada, el parque se debe, veremos el año que viene cómo lo pagamos, porque pagarlo, seguro que hay que pagarlo

Por otra parte, hay otro tema que clama al cielo y que venimos denunciando como el que predica en el desierto. El extrañísimo régimen de productividades que se tiene en este ayuntamiento, donde hay unos cuantos funcionarios que, mes tras mes, ven redondeada su nómina con unas productividades elevadísimas que tienen toda la pinta de ser directamente un sobresueldo, más que la remuneración de trabajos extraordinarios. Curiosamente, el diario Escaparate se hacía eco esta semana de la más extraña de todas ellas, la que cobra el secretario de la corporación que, siendo uno de los funcionarios que percibe mayor sueldo del ayuntamiento (en función de su categoría profesional), percibe una retribución en concepto de productividad que prácticamente duplica su sueldo todos los meses. Eso sería como consecuencia de llevar la representación en diversos asuntos legales para el Ayuntamiento de Ibi que, siempre según lo que manifestó el concejal de hacienda, sería consecuencia de los acuerdos a los que llegó en su día con el señor Agüera (y por ende, con la propia alcaldesa), para hacernos algo así como un precio "bueno, bonito y barato" por la dirección letrada en diversos contenciosos que tiene la corporación.

En su momento ya dijimos que lo anterior no tocaba. No tocaba porque precisamente nos chocaba muchísimo que quien ocupa la plaza de secretario es quien en muchas ocasiones tiene la última palabra para que un determinado asunto se convierta en contencioso. Lo chocante es que esta misma persona sea la que luego va a llevar la dirección letrada -y a cobrar por ello- de ese mismo contencioso. Más grave es que se le de compatibilidad como en su día se la dio la alcadesa, para ser también secretario del ayuntamiento de la vecina localidad de Onil, y que esas productividades por la dirección letrada de los pleitos, supongan cantidades que la mayoría de los meses vienen superando los cuatro mil euros. Y ya, más que grave, roza la afrenta, el que en alguno de esos contenciosos por los que nos cobra, al ayuntamiento se le haya condenado por INCOMPARECENCIA DEL LETRADO QUE LO REPRESENTA y luego sin embargo se le pague la productividad, entre otros, por llevar ese asunto al que no asistió aparentementesin justificación alguna. Llevamos tiempo diciendo que ha habido motivos más que suficientes para que esta persona no lleve ni un contencioso más al ayuntamiento y se dedique a tiempo completo al cometido del cargo de secretario. Si el sueldo no le compensa, hay decenas de buenos funcionarios que estarán deseosos de ocupar su plaza. En segundo lugar, que ya ha habido varias decisiones que entendemos podrían motivar la apertura de un expediente. Y en último, que al final da toda la sensación que seguir retribuyendo, vía productividad, a este y a algún otro funcionario tiene toda la pinta de premiar a los que permiten e informan favorablemente en el sentido de que aquí se siga haciendo lo que a la alcaldesa le conviene. Por eso, entre otras cosas, no respaldamos el presupuesto