Mala Educación

El pasado viernes, 27 de noviembre tuvo lugar la presentación de la recopilación de las obras del poeta ibense, Pascual Pla y Beltrá, como colofón a los actos del centenario de su nacimiento. Este poeta ha contado con el reconocimiento en Ibi, su villa de origen, que le honra con una calle, con el título de hijo predilecto y, creo lo más importante, con un colegio que lleva su nombre. Lamentablemente tuvo que exiliarse a Venezuela como consecuencia de su militancia de izquierdas durante la guerra civil española, al igual que otros miles de españoles que como fruto de la más irracional de las barbaridades tuvieron que morir lejos de su patria, de su hogar y de sus orígenes.

Siendo importante el acto que tuvo lugar en el precioso salón de plenos del antiguo Ayuntamiento sito en la Plaza de las Cortes y que alberga las instalaciones del Archivo Histórico Municipal, el motivo de mi entrada es poner de manifiesto el enésimo ejemplo de la pésima educación de nuestra alcaldesa, doña Mayte Parra, del cual se han hecho también eco algún que otro medio. Las cerca de cuarenta personas que acudimos el otro día al citado acto, aunque estamos acostumbradas a las reiteradas faltas de respeto de nuestra primera edil, nos vimos ¿sorprendidas? por lo exagerado de esta última muestra de cómo concibe la puntualidad y los códigos de conducta que toda persona debería de observar en su manera de conducirse en sociedad, pero más que nadie quien ostenta la máxima representación de una ciudad, como es su alcaldesa.

Lejos de lo anterior, un acto al que nos había convocado el propio Ayuntamiento, constando además como partícipe la propia alcaldesa y cuyo comienzo estaba previsto a las 19 horas, no pudo iniciarse hasta 45 minutos después, debido al retraso de Mayte Parra. Siendo grave lo anterior, más grave fue aún, cuando tomó la palabra para comenzar el acto sin pedir la más mínima disculpa ni hacer alusión alguna al motivo de su retraso.

Esta conducta es norma y no excepción y de ello pueden dar fe todos los colectivos de esta localidad que han asistido a los retrasos de la alcaldesa a todo tipo de actos: festivos, culturales, deportivos, vecinales, conferencias y, en definitiva, a todos los actos en los que por protocolo, se aguarda hasta que llega la máxima autoridad que, entre sus cometidos, tiene el de representar a su pueblo y acudir a infinidad de eventos.

La ciudadanía, con este último desplante cometido en el cierre de los actos del centenario de nuestro más insigne poeta, puede tener claro que si la alcaldesa llega siempre tarde, es porque cree que el pueblo se lo permite. Si además no pide disculpas, es porque entiende que no tiene porqué hacerlo, que para eso la eligieron alcaldesa y ahora además diputada, y que todos los que acudimos o tratamos de acudir a los actos a la hora debida, tenemos que aguantarnos y rendirle pleitesía. Pero puede tenerlo claro, nada es para siempre y todos recogemos lo que sembramos.