
El pasado viernes, a las 15 horas, terminaba el pleno extraordinario de presupuestos que había dado comienzo a eso de las 12'15, por obra y gracia de su "graciosa majestad", la emperatriz de la manipulación, el desastre, la imprevisibilidad y la mala gestión, Mayte Parra 1ª.
Como le comencé diciendo en mi intervención, su gestión es "histórica" en la provincia de Alicante, y ha conseguido un pleno al 9. En sus nueve años de mandato, no se ha aprobado ni un solo presupuesto en tiempo y forma. Ni con mayoría minoritaria, ni con mayoría absoluta. No estamos hablando de no aprobarlos a finales del año anterior, que sería lo óptimo para que los presupuestos tuviesen alguna virtualidad. Ni siquiera de hacerlos pocas semanas entrado el año en curso. Es que este año los traen a aprobación a finales de julio, para entrar en vigor con suerte casi en octubre. Un cachondeo de cara al ciudadano, especialmente teniendo en cuenta en que se le piden ajustes, se le suben impuestos y se les recortan servicios y prestaciones.
Pero Mayte Parra, que es una auténtica superviviente de la política y que, a estas alturas, sigue siendo objeto de asombro hasta para los alcaldes, concejales y diputados de su propio partido por mantenerse en su cargo con la que le ha caido, le está cayendo y previsiblemente le caerá, sigue utilizando sus intervenciones en el pleno de turno, para provocar a la oposición y para lanzar el consabido mitin. Pero ahora el mitin plenario ya no va dirigido tanto a los ciudadanos como a sus propios compañeros de grupo. Para los que llevamos ya algún año en política hay gestos y discursos que aunque previsibles, no tienen desperdicio. Que Mayte Parra intente provocar a la oposición no es novedad. Que en un pleno de presupuestos, con todo en contra y con el único sustento que le proporcionó la abstención del concejal del CDL, siga lanzando diatribas revela a las claras que tiene que estar todos los días haciendo actos de autoafirmación y proactividad frente a sus propios compañeros, que cuando habla, gesticula y chulea al personal, la observan con gestos de excepticismo, cuando no de vergüenza ajena.
Porque desde ADIi, al igual que el Psoe y EU, votamos en contra unos presupuestos que en lo económico y en las cifras estrictas son absolutamente estériles a estas alturas del año. Pero sobre todo, desde nuestro grupo, y lo dijimos bien a las claras, la diferencia entre la abstención o el voto en contra, era la vana esperanza de que el concejal del CDL se hubiese sumado a ese voto negativo, FORZANDO UNA MOCIÓN DE CONFIANZA como prevé la ley. No necesariamente para cambiar de partido gobernante, quien fue la lista más votada, pero sí al menos para sacar a esta alcaldesa de su cargo y evitar que siga manipulando, utilizando los resortes de la institución a su antojo, y maquinando para seguir salvando su trasero. Vana esperanza digo, porque Juan ya había anunciado, a pesar de no haber cumplido el PP con gran parte de las exigencias que se les hicieron tras la quíntuple imputación de Miguel Ángel Agüera, que daría soporte a los presupuestos. Tanto da si era con voto a favor o como abstención.
Mañana haremos un segundo capítulo del análisis del pleno del pasado lunes, donde además de sacar adelante los presupuestos, al menos la oposición consiguió evitar el pelotazo más grande de la historia de Ibi con la adjudicación de la basura y la limpieza viaria por 25 años y casi siete mil millones de las antiguas pesetas.